Salud y Familia

Manejar bicicleta es una actividad llena de emoción y acción

La mejor época para aprender a manejar bicicleta es en la niñez; a pesar de las caídas, andar en dos ruedas es una experiencia positiva en la vida de los pequeños.

Uno de los juguetes fundamentales para un niño, sin dudarlo, es una bicicleta, no solo por la diversión sino porque constituye una actividad que desarrolla habilidades y destrezas de los infantes.

Aunque aprender a conducirlas implica muchas caídas, es necesario que los niños venzan el miedo y desarrollen confianza en sí mismos.

Al momento de aprender, resultará conveniente adquirir las bicicletas que tienen dos ruedas extras de refuerzo. Estas deberán retirarse conforme el pequeño toma habilidad.

Hay que enseñarle a ver al frente, ya que cualquier distracción podría provocar un accidente grave.

El padre no debe insistir a su hijo sobre los cuidados para evitar caídas, ya que estas son inevitables. Lo importante es no infundir miedo sino incentivarlos a continuar con el aprendizaje.

No es aconsejable que el adulto tome el timón o el asiento de la bicicleta para que el niño no pierda el equilibrio, ya que esto pone peso al niño e impide que este controle la dirección.

El tamaño de la bicicleta debe ser acorde a la altura del infante, puede estar hecha de aluminio para que no sea muy pesada.

El asiento debe estar bajo para que, al menos, las puntas de los pies del niño puedan tocar el suelo; de esta forma se evitan las caídas.

Aprender a montar bicicleta debe hacerse en un lugar amplio donde no haya mucho tránsito peatonal y vehicular.

Cuando logre mantener el equilibrio, tendrá la confianza para desplazarse sin ningún temor.  Una hora al día, durante una semana, es suficiente para que el pequeño pueda manejar sin problema.

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