La muestra incluye vestidos en seda, con bordados, aplicaciones y encajes inspirados en la propia artista (1907-1954) y realizados por diseñadores internacionales, además de los corsés que usaba, dijo hoy a Efe el responsable de los Museos Dolores Olmedo, Diego Rivera y Frida Kahlo, Carlos Phillips.
A través de la manera de vestir de la artista, la pintora mexicana construyó su peculiar estilo con dos objetivos: dar visibilidad a sus convicciones personales y cubrir su discapacidad.
“Frida Kahlo llamaba mucho la atención en su forma de vestir; se dice mucho que usaba esas faldas largas para ocultar su enfermedad, pero también le gustaba a través de estas vestimentas presumir sus raíces y costumbres”, dijo Phillips.
Frida vivió un gran sufrimiento físico primero por una poliomielitis y después por un accidente en un tranvía en el que se fracturó la columna vertebral y quedó con secuelas de por vida.
Para Kelly Talens, directora editorial de Vogue México y Latinoamérica, una de las firmas organizadoras de esta exhibición, Frida Buscó un atuendo que simbolizara a una mujer muy mexicana y que, además, proyectara sus propias condiciones artísticas y le hiciera distinguirse del resto de la gente.
“El vestido (regional) de tehuana, por ejemplo, no solo simboliza la mujer mexicana, sino a la mujer fuerte porque en el istmo (de Tehuantepec) hay matriarcado, aunque también es cierto que sus gustos de diseño tan coloridos eran extraordinariamente acordes, de buen gusto y alegres”, dijo.
Talens reconoció que la muestra tardó varios años en concretarse porque la selección, que incluye mantos, medias y trajes de baño, fue muy cuidada.
“Frida no sólo intervenía sus prendas, sino que llegó a marcar un estilo que influyó en el diseño de moda internacional” al inspirar “a grandes, como el diseñador Riccardo Tisci -de Givenchy-, la japonesa Rei Kawakubo -de Comme des Garcons-, entre otros tantos”, puntualizó.