Qué es el síndrome de cola de caballo, la afección que tenía Frida Kahlo
Investigaciones recientes revelan que las dolencias físicas que Frida Kahlo sufrió en vida se asocian con el síndrome de cola de caballo. Esta afección puede repercutir seriamente en la calidad de vida del paciente.
Frida Kahlo padeció varios quebrantos de salud en vida. Según expertos, estos síntomas podrían relacionarse con el síndrome de cola de caballo. (Foto Prensa Libre: Unsplash)
El dolor estuvo presente en la vida y obra de Frida Kahlo, tanto físico como moral. Según investigaciones actuales, los padecimientos de la pintora mexicana podrían relacionarse con el síndrome de cola de caballo.
Kahlo (1907-1954) padeció distintas dolencias físicas. Estas se atribuyen principalmente a la poliomielitis que sufrió en la niñez y a un accidente de tráfico que tuvo a temprana edad y otras causas.
De acuerdo con la organización Frida Kahlo, la pintora se fracturó la columna, la clavícula y algunas costillas a lo largo de su vida. Asimismo, sufrió daños en la pelvis, una quebradura de pie y un hombro dislocado. Estos padecimientos físicos se reflejaron en la obra de Kahlo, especialmente en el autorretrato La columna rota.
De acuerdo con información de EFE, estudios recientes efectuados por profesionales del Instituto Guttmann concluyeron que los síntomas de Kahlo podrían haberse gestado por un síndrome de la cola de caballo (SCC) de origen traumático. Según el traumatólogo guatemalteco, Oswaldo Archila, este problema puede afectar a cualquier persona, pero suele ser más frecuente en adultos.
El profesional resalta que las causas principales de este síndrome incluyen hernias discales, estrechamiento del canal espinal que comprime las raíces nerviosas, tumores y traumatismos en la columna vertebral, infecciones, inflamaciones y malformaciones congénitas.
¿Qué es el síndrome de cola de caballo?
“El síndrome de cola de caballo es una afección médica que ocurre cuando se comprimen o dañan las raíces nerviosas de la parte inferior de la médula espinal, área conocida como cola de caballo (cauda equina), es decir, la parte final de la médula espinal”, menciona Archila.
Según especialistas de la Clínica de Cleveland, dichas raíces nerviosas permiten la movilización de nuestro cuerpo y experimentar sensaciones en las piernas y en el área de la vejiga urinaria. Los profesionales comparan los nervios con un cable eléctrico: “Piense en sus nervios como si fueran cables (…). Si una rama cae sobre ellos, los cables se comprimen y el servicio de electricidad se interrumpe y debe ser restaurado de inmediato. Lo mismo sucede con los nervios, hay que acudir al médico para evitar lesiones y peligros”, afirman.
En otras palabras, cuando se presentan síntomas de esta enfermedad, hay que acudir de inmediato con un profesional de la salud para evitar daños mayores a su calidad de vida.
¿Cuáles son los síntomas del síndrome de cola de caballo?
Según Archila, estos son algunos síntomas que el síndrome de cola de caballo puede provocar en los pacientes:
- Dolor intenso en la parte baja de la espalda.
- Debilidad o parálisis en las piernas.
- Incontinencia urinaria o fecal por falta de control de esfínteres.
- Pérdida de sensación en la región perineal (zona entre las piernas).
- Disfunción sexual.
Para corroborar o descartar este diagnóstico, el Manual MSD indica que debe acudir al médico, quien podría solicitar pruebas diagnósticas por imagen. El especialista podría solicitar una resonancia magnética nuclear o mielografía con tomografía computarizada para determinar si usted padece o no esta afección.
Tratamiento para el síndrome de cola de caballo
Archila afirma que el tratamiento va dirigido hacia la causa del síndrome: “Muchas veces es quirúrgico y debe realizarse de manera urgente dependiendo la gravedad del caso”, menciona el especialista. Sin embargo, existen otras alternativas, entre las cuales se encuentran:
- Descompresión quirúrgica: Esta ayuda a aliviar la presión sobre los nervios. El éxito depende de la rapidez con la que se intervenga al paciente tras la aparición de los primeros síntomas.
- Tratamiento médico: En ciertos casos, este puede incluir antiinflamatorios, antibióticos si hay presencia de infección o corticosteroides para disminuir la inflamación.
- Rehabilitación: Algunos pacientes requieren fisioterapia para recuperar fuerza, funciones en las extremidades y el control de esfínteres después de una cirugía.
Si presenta cualquiera de esos síntomas, es importante que consulte lo más pronto posible a su médico para que le oriente mejor y le brinde asistencia inmediata.