El funcionario refirió que los líderes de la localidad que integran la mesa visitaron la hidroeléctrica de Zunil, Quetzaltenango, con el propósito de que observaran cómo funcionan esos proyectos y sus beneficios, a fin de que se disipara la información equivocada que han recibido de organizaciones que se oponen al desarrollo del municipio.
Agregó que la empresa presentó una propuesta por escrito, en la cual establecen cuatro aspectos, entre estos que el proyecto es exclusivamente de una hidroeléctrica, para generar energía limpia, y no se desarrollará ninguna actividad minera de exploración ni explotación, ya que existen convenios por escrito.
La propuesta incluye el manejo adecuado y sostenible de la cuenca del río Cambalam, donde se pretende construir la hidroeléctrica, a fin de que permita sanear las aguas, que actualmente reciben aguas servidas de la cabecera municipal. La firma acepta en el documento la visita periódica de vecinos y autoridades que deseen verificar el funcionamiento de la hidroeléctrica.
También ofrece entregar Q1 millón anuales a la comuna, durante 50 años, para que los invierta en proyectos para las comunidades, además de los impuestos y regalías que debe desembolsar al comenzar las operaciones.
Falta de oportunidad
Mientras los pobladores miembros de la mesa aseguraron que su propósito es restablecer la paz en las comunidades de Barillas, a las que esperan llegue el desarrollo, la empresa expresó por medio de un representante que la falta de una oportunidad para que los comunitarios conocieran detalles del proyecto desencadenó los sucesos violentos registrados en mayo y que motivaron el estado de Sitio.
El delegado de la firma dijo que responsabilizan de los problemas suscitados a la Asamblea Departamental por la Defensa de los Recursos Naturales, ya que proporcionó información tergiversada a los vecinos, con el objetivo de que rechazaran el proyecto de la hidroeléctrica porque causaría daños a la salud y al ambiente.
Mateo Sebastián Juan, representante de las 16 microrregiones de Barillas, aseguró: “Como autoridad local, solo buscamos el desarrollo de las comunidades, el cual no ha llegado por problemas de desinformación”.
Recordó que la mala información generó un movimiento de lucha por la defensa del territorio, y ahora que varios comunitarios están presos, los incitadores se retiraron y dejaron a la gente a la deriva.
Eulalia Pascual, de San Carlos Las Brisas, expresó que al visitar la hidroeléctrica de Zunil comprobaron que sus amigos y familiares presos actuaron con total desconocimiento de la realidad.
Optimismo
Juan Roberto Garrido, representante del área social de Ecoener para Guatemala, ve con optimismo los avances alcanzados en la mesa de diálogo porque se han tratado todos los temas relacionados con el proyecto, que es la puerta al desarrollo para Barillas.
Añadió que han trabajado con algunas comunidades, incluso antes de los disturbios ocurridos el 1 de mayo. “Iniciamos desde el 2010, pero la gente no nos dejó darle la información precisa. No somos explotadores mineros; la idea es generar energía”, dijo.
Garrido apuntó que después del estado de Sitio los pobladores de Barillas se han interesado, al igual que Ecoener, en solucionar las diferencias, lo que han logrado por medio del diálogo.
“Personas interesadas en causar conflictos le indicaron a las personas que el proyecto dejaría destrucción y daños a la salud, pero afortunadamente han cambiado su forma de pensar porque ahora conocen la verdad, y eso creemos que será la fortaleza para que vivamos en paz”, expresó Garrido.