Los astrónomos estudiaron por separado con diversos instrumentos del telescopio de largo alcance (VLT, por sus siglas en inglés) muchas de estas estrellas, para lo que separaron su luz en los colores que la componen, lo que les permitió medir las edades y composición química.
Descubrieron así que una de las estrellas posee inusuales y sorprendentes propiedades que permiten afirmar que en ella podría residir el secreto de la eterna juventud.
Las estrellas que forman parte de los cúmulos globulares son muy antiguas, por lo que no se espera que posean una gran cantidad de elementos químicos pesados.
Sin embargo, los astrónomos detectaron precisamente en esa estrella gran presencia de estos elementos, además de una cantidad mucho mayor de litio -un elemento raro del grupo de los más ligeros- de la que cabía esperar.
La procedencia de este litio constituye un misterio, pues por regla general este elemento se degrada paulatinamente durante miles de millones de años, a lo largo de la vida de una estrella.
No obstante, la estrella analizada aparentemente guarda el secreto de la eterna juventud, pues ha sido capaz de preservar sus niveles de litio originales o bien ha encontrado una forma de aumentar sus propios niveles con litio de reciente generación.
El impresionante cúmulo globular Messier 4, uno de los más cercanos a la Tierra y ubicado en la constelación de Scorpius, está constituido por decenas de miles de antiguas estrellas.
Alrededor de la Vía Láctea orbitan más de 150 de estos cúmulos, de estrellas que se remontan al distante pasado del Universo.