Ciencia

Victor Ambros y Gary Ruvkun reciben el Nobel de Medicina por descubrir el micro-ARN, mecanismo para controlar genes

El Comité Nobel de Medicina informó que muchas investigaciones para desarrollar tratamiento contra el cáncer o enfermedades cardiovasculares se basan en los hallazgos de Ambros y Ruvkun.

Victor Ambros y Gary Ruvkun ganan el Nobel de Medicina

El Nobel de Medicina o Fisiología reconoce este lunes a los estadounidenses Victor Ambros y Gary Ruvkun por descubrir el micro-ARN, una nueva clase de moléculas diminutas que constituyen un mecanismo esencial para controlar los genes, así como el hallazgo que se usa como base para tratamientos contra el cáncer y enfermedades cardiovasculares. (Foto Prensa Libre: EFE/EPA/Christine Olsson/TT SWEDEN OUT).

El Nobel de Medicina o Fisiología reconoció este 7 de octubre a los profesores estadounidenses Victor Ambros y Gary Ruvkun por el descubrimiento del micro-ARN, una nueva clase de moléculas que constituyen un mecanismo vital para controlar los genes.

Ambros estudió biología en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), donde luego se doctoró, y en la actualidad ejerce como docente de la facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts. Mientras Ruvkun hizo sus estudios en Harvard, que amplió después en el MIT e imparte genética en la Escuela de Medicina de Harvard.

La Asamblea Nobel del Instituto Karolinksa de Estocolmo afirma que el hallazgo de Ambos y Ruvkun reveló un principio nuevo para la regulación genética, clave para el desarrollo y funcionamiento de organismos pluricelulares, incluido los humanos, cuyo genoma codifica más de mil micro-ARN.

Gunilla Karlsson, presidenta del Comité Nobel de Medicina, resaltó que ensayos de tratamientos contra el cáncer o enfermedades cardiovasculares se basan en los hallazgos de Ambros y Ruvkun.

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El Comité Nobel recordó que la información genética pasa del ADN al ARN mensajero (ARNm) mediante un proceso de transcripción, y de ahí a la maquinaria celular para la producción de proteínas, donde los ARNm son transformados para que las proteínas se desarrollen de acuerdo con las instrucciones genéticas almacenadas en el ADN.

Factores de transcripción

En la década de 1960 se demostró que proteínas especializadas, conocidas como factores de transcripción, pueden unirse a regiones específicas del ADN y controlar el flujo de información genética determinando qué ARNm se produce. Desde entonces, se han identificado miles de factores de transcripción, y durante mucho tiempo se creyó que se habían resuelto los principios fundamentales de la regulación de los genes.

En su época de estudiantes de doctorado, a finales de los ochentas, Ambros y Ruvkun empezaron a estudiar un gusano nematodo de un milímetro de longitud llamado C.elegans, que posee muchos de los tipos de celulares especializados que tienen animales más completos.

Su interés estaba centrado, sobre todo, en los genes que controlan la activación de diferentes programas genéticos para que las células se desarrollen en el momento correcto, y se centraron en dos cepas mutantes de gusanos (lin-4 y lin-14).

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Ambros descubrió posteriormente que el gen lin-4 producía una molécula de ARN inusualmente pequeña a la que le faltaba un código para producir proteínas y que esta era la responsable de inhibir el lin-14. De manera paralela, Ruvkun probó que no era la producción de ARNm del lin-14 la que era inhibida por el lin-4, sino que la regulación ocurría más tarde, cuando cesa la producción proteica.

Ambos compararon sus hallazgos y efectuaron nuevos experimentos que les permitieron revelar un nuevo nivel de regulación de los genes, publicando sus descubrimientos en 1993.

Ese mecanismo inusual fue considerado al principio irrelevante para los humanos, hasta que el grupo investigador de Ruvkun publicó en 2000 otro micro-ARN codificado por el gen lin-7, presente en todo el reino animal, abriendo el camino al descubrimiento posterior de cientos de microARN distintos y a una nueva dimensión de la regulación de los genes.

Olle Kampe, vicepresidente del Comité Nobel de Fisiología y Medicina, Olle Kampe, dijo: “uno de los grandes premios Nobel porque se trata de un mecanismo fisiológico completamente nuevo que nadie esperaba y demuestra que en investigación la curiosidad es muy importante”.

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Según Kampe, con esta investigación se comprende mejor cómo funcionan las células. Añadió que en la mayoría de tumores las redes de micro-ARN están perturbadas, así que el tumor se aprovecha de ello. Kampe espera que las aplicaciones de los hallazgos lleguen en un futuro.

Kampe insistió en la importancia de comprender las funciones básicas, que “es siempre el primer paso hacia el uso de estos conocimientos“.

Docentes en Massachusetts y Harvard

Ambos y Ruvkun suceden a la húngara Katalin Karikó y al también estadounidense Drew Weissman, galardonados en 2023 por sentar las bases para el desarrollo de las vacunas con ARN mensajero contra la covid-19 y otras enfermedades infecciosas.

El secretario del Comité Nobel, Thomas Perlmann, dijo que dio la noticia a Ruvkun por teléfono. En Estados Unidos era de noche y estaba durmiendo, pero cuando vio de qué se trataba “se entusiasmó y alegró”, e incluso su esposa se puso al teléfono. Sin embargo, Ambros no conoció la noticia directamente por Perlman porque al llamarlo se activó el contestador automático.

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“Le dejé un mensaje en el móvil y espero que me llame pronto”, mencionó.

Los ganadores compartirán los US$ 1.1 millones con que están dotados este 2024 todos los Nobel. Al premio de Medicina o Fisiología le seguirá los de Química, Física, Literatura, de la Paz y Economía.

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