Editorial

Adeudos educativos

Existen fuertes adeudos en materia educativa en tres áreas de la vida cotidiana: finanzas, vialidad e inteligencia emocional.

Muchas son las carencias, desfases e incluso anacronismos de la educación, pública y privada. Ciudadanos del futuro se forman en cada aula en ciertas habilidades desde escribir y leer básicamente, algo a lo cual debería seguir la exigencia de redactar y comprender profundamente. Pero las cifras de graduandos que logran una aceptable comprensión lectora no pasan del 33%. Malas dinámicas didácticas, falta de reglas en el hogar y hasta insuficiencia de recursos inciden en esta reprobatoria.

Existen muchas definiciones, pero vamos a decir que el objetivo y razón de ser del sistema educativo es proveer a cada persona herramientas para poder llegar a desempeñarse social y laboralmente, a través de la transmisión de conocimiento, cultivo de capacidades y fomento de  habilidades creativas. Desde preprimaria hasta diversificado, se aporta información, espíritu crítico y sentido de convivencia para que el proceso educativo mismo entrañe una mejora respecto de generaciones previas que quizá no tuvieron acceso a ella.

Por eso mismo y tomando en cuenta el impacto de grandes desafíos sociales, comunitarios e individuales, es posible decir que existen fuertes adeudos en materia educativa en tres áreas de la vida cotidiana: finanzas, vialidad e inteligencia emocional.

La educación financiera suele ser impartida con fuerza en carreras contables, pero en el resto de planes de diversificado ni se le menciona, a pesar de constituir la piedra fundamental para llevar una sana economía personal, para emprender un negocio o para saber aprovechar las herramientas bancarias y crediticias de manera proactiva.

Si desde la escuela secundaria se impartieran nociones de economía, el valor del dinero, tipos y porcentajes de interés monetario, podrían generarse otras dinámicas de conciencia y actitud en los jóvenes respecto de la productividad y la generación de recursos propios. Esta semana finaliza una serie publicada por Prensa Libre para brindar algunas claves básicas, a fin de motivar a más docentes para que tomen iniciativas de diálogo y enseñanza en ese campo.

La vialidad se enseña a menudo como un juego, y no es que esté mal la metodología lúdica para los infantes, pero existe muy poca conciencia entre los jóvenes sobre el significado de las señales de tránsito, responsabilidad civil o penal tras el manubrio o el volante, ética de tránsito y menos aún la legislación vigente. Laxos exámenes para la obtención de licencia terminan de completar este cuadro de analfabetismo funcional vial.

Finalmente, la inteligencia emocional no es una disciplina que se memorice o que se pueda examinar mediante ecuaciones o enunciados, pero abarca toda una serie de emociones, sentimientos y actitudes hacia los demás y hacia sí mismo que definen la conducta de una persona bajo situaciones de estrés, en roles de aprendizaje o trabajo, como integrante de un núcleo familiar o un equipo de colaboradores. Sin embargo, pasa de un plumazo y a menudo se priorizan teorías psicológicas sobre las cuales se evalúan frases o enunciados, mas no la acción de fondo, es decir, la gestión de la propia personalidad, con sus grandes potenciales y puntos vulnerables.

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