El sacerdote Ademar Barilli, director de la Casa del Migrante, en Tecún Umán, San Marcos, subraya que las mujeres son más vulnerables: “Cualquier migrante que llega aquí con suma necesidad es explotado, y a las mujeres las ponen a trabajar en cosas de bailes y sufren otro tipo de abusos”.
Coyote se confiesa
Esto se confirma con el testimonio que un coyote dio a Prensa Libre al preguntarle si había cometido abusos sexuales contra las mujeres que trasladaba por los pasos ciegos de Tacaná, San Marcos, hacia Motozintla, Chiapas, México. “Todas tienen que ponerse firmes… y las mejores son las nicaragüenses”, afirmó, y sonrió al mencionar que por cada indocumentado cobra Q1 mil.
El traficante de personas refirió que se inició en EE. UU. y cobraba US$300 por cada migrante que llevaba de Tijuana, México, hacia Los Ángeles, Miami, Nueva York, así como a la frontera con Canadá, pero después de haber sido arrestado decidió regresar a Guatemala y continuar desde este país con sus actividades ilegales.
Este matutino intentó ubicar a mujeres migrantes en Motozintla, pero se informó que un día antes Migración de ese país había efectuado un operativo y que los coyotes las habían escondido para evitar que fueran detenidas.
Barilli aseguró que las autoridades desconocen lo que sufren los indocumentados, quienes son víctimas de la violencia, secuestros y muerte. “Aquí—en alusión al Gobierno— no hay mucha preocupación por eso”, manifestó el religioso.
Expresó que de cada cien migrantes, siete son mujeres, además de que el 65 por ciento tiene entre 18 y 25 años.
“Con miedo por los zetas”
Agustín Isaías Aguilar, de Villa Nueva, Guatemala, se encuentra en Tecún Umán, San Marcos, para retomar el camino rumbo al “sueño americano” y afirmó que hace 22 días salió de su casa, pero escapó de ser secuestrado por los Zetas en territorio mexicano.
“En Torreón, cerca de Piedras Negras, salió el grupo armado de los Zetas y secuestró a varios migrantes, pero yo logré escapar. Además, a las mujeres las violan en el camino, y pobres ellas porque sufren más que nosotros”, expuso Aguilar.
El connacional quiere llegar a Los Ángeles, con su hermana, para trabajar, ya que en el país no consigue empleo.
Según estadísticas de la Casa del Migrante, en el primer semestre de este año han atendido a cuatro mil personas, lo cual equivale a más del 30 por ciento de incremento respecto del 2011, cuando fueron cinco mil 300.
También revela que el año anterior fueron deportados por el puesto fronterizo de El Carmen, Talismán, San Marcos, 31 mil guatemaltecos provenientes de México.
El director de esa institución dijo que entre tres y cuatro buses llegan a diario procedentes de México y cada uno trae entre 30 y 40 migrantes que son deportados y abandonados en la frontera.