La actividad contó con la participación de 140 personas de los distintos cuerpos de bomberos, la Cruz Roja, el Insivumeh, el Ejército y las autoridades locales.
Se puso a prueba la pericia del grupo de buzos para rescate de víctimas en agua, descensos aéreos y en riscos, así como el ingreso a lugares aislados con la utilización de vehículos de doble tracción.
Según Maldonado, estos simulacros se deberían hacer al menos dos veces al año, pero por el limitado presupuesto nunca se habían efectuado. Al final de la actividad se calificó de positivo el desempeño de los participantes.