Catalejo

Novedades en Israel, México y el Parlacén

El 1º de octubre de 2024 será recordado tanto en el mundo como en el istmo centroamericano, por causas diversas.

Octubre empezó con tres sucesos: el masivo ataque de Irán a Israel y la respuesta; Claudia Scheinbaum es presidenta de México, y Guatemala debe salir del Parlacén, inútil y ahora peligroso, en manos de personajes irracionales en su mayoría. De los tres, claro, el más preocupante por sus casi seguras consecuencias mundiales es el peligro de una guerra abierta en el Medio Oriente, donde los regímenes árabes político-religiosos, aunque están divididos, se han unido para eliminar al país nacido en 1948 gracias al voto de Guatemala. Es muy difícil apoyar cien por ciento a cualquiera de ellos porque en todos los casos ha habido serias violaciones a los derechos humanos y las víctimas inocentes suman miles desde hace años, sin posibilidad de un armisticio. 

El 1º de octubre de 2024 será recordado tanto en el mundo como en el istmo centroamericano, por causas diversas.

Los videos por redes sociales y periódicos internacionales no dejan duda. Irán atacó a Israel en represalia por la muerte de dos de sus principales jefes político-militares-religiosos y la noche se iluminó con docenas de cohetes iraníes destruidos en el aire por armas similares. Aunque no es sorpresa, preocupan las consecuencias cuando países como Rusia, Corea del Norte y China entren de lleno, pero especialmente si los ayatolas iraníes crean armas nucleares y al usarlas desencadenan la tan temida Tercera Guerra Mundial en un momento de inestabilidad internacional generalizada y sin control. En este momento no es posible predecir nada, sino solo tener conciencia de la gravedad. Si hay guerra, no será solo con países del Medio Oriente. Eso es seguro.

No se puede negar un factor terrible: la cantidad de grupos directa o indirectamente relacionados con los países árabes. Hezbolá, por señalar un ejemplo, significa “partido de Dios”, y sus estrategias son casi increíbles: túneles para atacar lugares sin importancia militar y esconderse debajo de escuelas y hospitales para lograr rechazo internacional de víctimas inocentes. Los palestinos tienen territorio desde hace siglos, e Irán se convirtió en teocracia encabezada por el ayatola Jomeini cuando derrocó en 1979 al último Sha, Mohammed Reza Pahlavi, autonombrado rey de reyes. Son guerras de siglos y por ello el Medio Oriente ha sido uno de los lugares más confrontativos del mundo, aumentadas  desde el descubrimiento del petróleo a principios del siglo pasado.     

* Claudia Scheinbaum llega con un enigma. Nadie duda de su preparación académica pero tampoco de su inclinación hacia la izquierda y debe demostrar con hechos hasta dónde llega. Una presidenta no debe dar imagen de apoyos abiertos a países complejos. No la ayudó la presencia de los gobernantes de Brasil, Colombia, Chile, Cuba, Honduras, y en el caso de Arévalo, aunque su presencia era obligada por ser países vecinos, pero lo afectó dentro de este país. La presidenta ahora debe tratar de volver a la normalidad las relaciones con España, por la importancia de ambos países en el subcontinente hispanoamericano. Ya no tiene sentido hablar de motivos, porque los problemas de México son enormes y algunos afectan directamente a Guatemala y a las cordiales relaciones mutuas.

* En cuanto al Parlamento Centroamericano, ha llegado el momento de abandonarlo, por inútil, caro y en realidad un escondrijo para expresidentes con serias posibilidades de ir a la cárcel, así como su parentela. Dos diputados hijos de Sandra Torres en realidad le dieron el golpe mortal ante los guatemaltecos, cuando apoyaron a Nicaragua para invitar a Rusia como observador. Arévalo mostró su desacuerdo, pero se logró porque   uno de sus diputados apoyó, sin consentimiento —por una supuesta independencia— y ello es otra cáscara en el camino de su primer año de gobierno, tan lleno de tropiezos causantes de numerosas críticas debido también a las personas llevadas a los puestos importantes de gobierno, como es el caso de la mayoría del gabinete.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.