Estos bancos ya no podrán negociar a cuenta propia instrumentos financieros y materias primas, operaciones “de mercado de riesgo” cuyo fin es “lograr beneficios”, estima la Comisión.
Las autoridades nacionales y el Banco Central Europeo (BCE) para la zona euro deberán, “o estarán obligadas”, (a) imponer que los bancos que llevan a cabo operaciones de riesgo lo hagan a través de filiales para separar, dentro de un grupo, las entidades jurídicas.
La Comisión precisa que los bancos podrán no proceder a esta separación si demuestran a la autoridades de vigilancia que los riesgos a los que se expone “son compensados con otros medios”.
Esta propuesta es menos ambiciosa respecto de las propuestas de fines del 2012.