Mordazas por todos lados

En algunos países esos derechos son totalmente restringidos como es el caso en los países totalitarios como Cuba, China, Venezuela, Myanmar, los extremistas islámicos y algunos africanos dictatoriales.

Estas restricciones a la libertad de expresión se dan en aquellos países por parte de los gobiernos, pero ahora resulta que son los mismos medios los que se hacen cargo de restringir la libertad de expresión, la izquierda es intolerante cuando se le critica y si tiene oportunidad pone todas las barreras posibles para callar a sus críticos como recientemente fue el caso del despido del Lic. Giovanni Fratti de Canal Antigua por haber expresado una opinión contra la ideología política de Juan Luis Font y Érick Archila. Dice atinadamente Ricardo Méndez Ruiz: “Está visto, eso sí, que la izquierda es intolerante. Ya antes lo demostró Martín Rodríguez Pellecer como director de Plaza Pública —un medio de comunicación de la izquierda radical patrocinado por los jesuitas (Universidad Rafael Landívar)—, al despedir sin miramientos a dos periodistas que publicaron un artículo que no fue del agrado de Rodríguez Pellecer. Pero esta vez, fueron más allá. Y por mucho.

El despido de Fratti se debió a una crítica a dos publicaciones de la revista Contrapoder en su página personal de Facebook. Con su proceder, Font y Archila demuestran lo que realmente son: un par de dictadorzuelos de la prensa, que no toleran ni siquiera las opiniones de un periodista vertidas en un medio personal, como lo es Facebook, relativa a un medio que le era ajeno, pues Fratti no era periodista de la revista; lo era del canal de televisión. Es importante darse cuenta de la relevancia que reviste la acción contra Giovanni Fratti, pues está orientada hacia el totalitarismo, ese sistema que oprime hoy al pueblo venezolano, y por el que personas como Juan Luis Font suspiran.

Varios columnistas hemos sido demandados por haber denunciando hechos verdaderos y, por el contrario, todos los hechos violentos y delincuenciales de los grupos radicales de izquierda, o como se le quiera llamar a los desestabilizadores, se cubren con mentiras, por supuesto los columnistas que los apoyan jamás son sujetos de procesos judiciales. Veamos el caso del jefe de seguridad de la minera de San Rafael Las Flores, acusado de ordenar abrir fuego contra un grupo de agitadores, el señor Alberto Rotondo, en primer lugar la mina no usa armas de fuego solo balas de hule, pero el promotor del proceso judicial el ecoambientalista Yuri Mellini, posible candidato a la presidencia por URNG-Maíz, afirma lo contrario y, por supuesto, aquí no hay demandas en contra del difamador. El señor Rotondo tiene meses de estar en arresto domiciliario, con graves problemas de salud, por una sarta de mentiras.

Todas las acusaciones que se realizan en contra de los movimientos revoltosos y mentirosos no son tomados en cuenta por jueces, fiscales y magistrados por temor a una represalia mediática, que lógicamente quedaría impune.

Gobiernos e izquierda tratan de poner a todos mordazas por todos lados.

hupretij@hotmail.com

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