Cocodrilos en Amatitlán: ¿Puede vivir un reptil de gran tamaño en zonas residenciales urbanas?

La presencia de cocodrilos o caimanes en aguas de una laguna natural de residenciales Las Lilas de Flor del Campo, en Amatitlán, genera dudas a los residentes, quienes recientemente alertaron de los avistamientos a las autoridades, que ya confirmaron la presencia de por lo menos un ejemplar 1.5 metros, pero no han logrado identificar a qué especie pertenece.

La duda más recurrente con respecto a la presencia de ese tipo de reptiles en dicha zona residencial es que si es posible que ejemplares de la especie vivan cerca de los seres humanos.

“Sacarlos del lago no es una opción (…) somos las personas las que debemos aprender a coexistir con las especies silvestres”, dijo recientemente el Conap al concluir con el rescate de un cocodrilo en Petén.

Diego Cordón, técnico del Conap del área metropolitana, confirmó la presencia de un ejemplar en la laguna del residencial y dijo que se trata de un espécimen de 1.5 metros de largo, por lo que de la mano con la junta directiva del residencial se toman acciones, entre la que se incluyen monitoreos desde horas de la madrugada para conocer el comportamiento del o los ejemplares.

Agregó que se determinará si es prudente reubicar al ejemplar, lo cual se establecerá luego de un análisis y de asegurar el área.

El Conap aclaró que no se ha identificado la especie y el número de ejemplares.

Respecto a si reptiles de ese tipo pueden vivir en zonas residenciales, Francisco Asturias, experto en conservación de fauna y vida silvestre en las selvas de Petén, señaló que lo que corresponde en este caso es proteger y respetar a los animales.

Por su parte, el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) señaló que, sí es posible que vivan en ese lugar, pero recalca que los residentes deben tomar varias medias de prevención, como colocar rótulos de advertencia sobre la existencia de los animales en la laguna.

También recomiendan no ingresar al agua porque se desconoce la cantidad y las medidas de los ejemplares que habitan la zona. No es recomendable nadar de noche porque son las horas en las que los animales de ese tipo tienen mayor actividad.

El Conap explicó que el área es grande y que la laguna es natural, la cual se conserva gracias a la existencia de un nacimiento.

Además, detalló que el río Michatoya pasa cerca de la laguna y que cuando llueve fuerte este se conecta con ella.

Detalló que no ha sido posible determinar cómo los reptiles llegaron allí, pero asegura que los vecinos informan que ya tienen bastante tiempo de estar en el lugar.

Refiere que en la laguna hay suficientes peces, lo que garantiza la alimentación de los reptiles, situación que consideran positivo porque no hay evidencia de que estos san alimentados por los humanos.

“Ellos allí han sobrevivido. El problema que manifiestan -los vecinos- es que por la cercanía o por estar a un costado del residencial puede haber algún incidente”, informó el Conap.

Otro caso

El 23 de mayo pasado, el Conap informó que un cocodrilo de morelet o de pantano fue rescatado en Petén, luego de que vecinos de El Remate, en Flores, lo capturaron por temor colectivo, por lo que se procedió al rescate para evitar que el ejemplar fuera agredido.

“El espécimen fue trasladado al Centro de Rescate ARCAS quienes realizaron las evaluaciones correspondientes de acuerdo con el protocolo, se le practicaron radiografías y se le encontró fragmentos de proyectil de arma de fuego, se estima que tienen un año aproximadamente dentro del cocodrilo”, detalló en esa ocasión el Conap.

Además, se dijo que el cocodrilo rescatado es un macho adulto de 2.32 metros.

En este caso el Conap destacó que: “Sacarlos del lago no es una opción, el lago Petén Itzá los necesita como parte de su ciclo. Somos las personas las que debemos aprender a coexistir con las especies silvestres”.

“Es preocupante que cada vez son menos las áreas para que los cocodrilos permanezcan en el lago, con el avance de construcciones y muelles, las poblaciones naturales se irán agrupando en zonas no tan perturbadas, la sobrepesca y caza de presas naturales puede afectar el comportamiento de las poblaciones también”, detalló la institución.

“Recomendamos a las personas evitar nadar en áreas del lago con vegetación abundante, evitar nadar de noche que son las horas de actividad y caza de los cocodrilos, evitar la sobrepesca y llevar hiladas de pescado, en caso de ir al lago con niños mantener un control constante y evitar las áreas con vegetación excesiva”, detalla el Conap.

Detalles de la especie

EnGuatemala se han reportado tres de las 26 especies de cocodrilianos descritas, dos de ellas pertenecen a la familia Crocodylidae (Crocodylus acutus y Crocodylus moreletii) y una a la familia Alligatoridae (Caiman crocodilus).

Ambas especies de cocodrilos poseen un ámbito de distribución al norte del país y el caimán se distribuye principalmente en los departamentos de la Costa Sur.

De acuerdo con una publicación del Conap. el período de reproducción de estas especies varía entre abril a junio o julio, siendo la época lluviosa un factor determinante para la supervivencia de las crías por la alta disponibilidad de alimento y refugio.

Agrega que los cocodrilos son territoriales y atacan como mecanismo de autodefensa, principalmente cuando las crías corres peligro.

El informe detalla que el encuentro entre cocodrilos y humanos ha aumentado a lo largo del tiempo por factores como la pérdida de hábitat.