Comunitario

Crean oportunidad a personas con deficiencias visuales

Según información de la Organización Mundial de la Salud del 2011, un 15 por ciento de la población guatemalteca afronta alguna discapacidad; es decir, cerca de 2.3 millones de personas viven con capacidades diferentes, como no videntes o con deficiencia visual.

Posterior a   las capacitaciones, los participantes reciben su certificación.

Posterior a las capacitaciones, los participantes reciben su certificación.

Para la mayoría de esos guatemaltecos, las oportunidades son menores a las de quienes gozan de todos sus sentidos y facultades físicas. Si de por sí las opciones de empleo en el país son escasas, para los no videntes el ser parte del tejido productivo nacional es aún más complejo.

Desde el 2009 funciona el proyecto Ágora (Aulas de Gestión Ocupacional Región América Latina), a cargo de la Asociación de Capacitación y Asistencia Técnica en Educación y Discapacidad (Ascated), con el apoyo de la Fundación Once para la Solidaridad con las personas Ciegas de América Latina (Foal), cuyo principal objetivo es mejorar la empleabilidad de invidentes y deficientes visuales del país.

Desde entonces, 930 guatemaltecos mayores de edad han sido beneficiados con talleres y capacitación para su inserción laboral formal y en proyectos de emprendimiento.

Oportunidad

“Sabíamos que teníamos un proyecto grande y de muchos retos por delante, pero también con el que se beneficiaría muchísima gente. Desde el inicio esperé con ansias el momento en que se lograra que una persona con deficiencia visual se insertara en la vida productiva, y es una gran alegría que hoy 78 laboren de manera formal dentro de una empresa”, comenta Marco Antonio Gálvez, coordinador de Ágora Guatemala.

Gálvez afirma que la mayoría de personas que el programa ha identificado son de escasos recursos y escolaridad baja. Por su problema de visión, muchos también han sufrido discriminación y maltrato, lo que los ha llevado a dejar de creer en sus capacidades y a veces hasta pensar que no harán nada más en su vida.

“Cuando logramos identificar a las personas, el siguiente paso son los talleres prelaborales. Estos nos sirven mucho; primero, para elevar su autoestima, par reforzar sus valores, y luego también se va determinando cuáles son sus capacidades y cuáles son sus intereses, después de capacitarlos en determinadas áreas”, indica.

El coordinador agrega: “La otra ventaja de estos talleres es que los ponen en contacto con más personas que están atravesando por lo mismo”.

Gálvez señala que los cambios que viven los participantes y sus familias son positivos, y los ayudan a creer de nuevo en sí mismos.

Cooperación

Pese a que no ha sido fácil ampliar sus redes para identificar a quienes puedan beneficiarse del programa, la comunicación con organizaciones que trabajan con personas con discapacidad, hospitales nacionales, ópticas y otros agentes claves ha permitido que la cobertura se amplíe cada vez más.

El convenio conel Instituto Técnico de Capacitación y Productividad ( Intecap) es fundamental para que las personas puedan capacitarse sin pagar un centavo. Esta institución asume el 50 por ciento y Ágora, el resto, y proporciona cualquier material que se necesite.

Algunas empresas han abierto sus puertas para darles oportunidad a los beneficiados. Han ofrecido varias pasantías con posibilidad de abrir una plaza para estas personas, aunque, según Gálvez, ha sido de las tareas más complicadas, por lo que considera necesario y urgente que la iniciativa privada crea en el potencial de estos guatemaltecos.

“Todas las personas deberían recordar y hacer conciencia de que en cualquier momento podrían pasar por una situación que las deje con alguna deficiencia o impedimento. Nadie está exento. Todos somos seres humanos con capacidades y talento; solo se necesita la oportunidad. En este país se necesita más información y educación, para que las condiciones cambien”, enfatiza Gálvez.

Áreas

Dos enfoques

El programa maneja  dos  áreas. Una es la de la inserción laboral,  en la que se capacita a los beneficiados  para que se  desempeñen en áreas como masoterapia, informática, atención al cliente, programas de reciclaje, consejería externa e interna, traducción, auxiliar de tienda, auxiliar de enfermería y locución.

El otro enfoque es el de emprendimiento. Al momento van 91 emprendimientos apoyados. Entre estos, uno de lombicultura, en Cantel, Quetzaltenango, en el que participan 16 personas.  También hay uno de cultivo de Moringa en Camotán, Chiquimula  —10 beneficiados—, y otro de cultivo de hongos, en la aldea Pachaj, Cantel, Quetzaltenango.

930 personas con deficiencia visual han sido identificadas en el programa.

78 guatemaltecos invidentes o con baja visión han conseguido   empleo en alguna empresa.

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