Schoemberger quiso grabar aquella experiencia, así que encendio su cámara y la colocó sobre el borde de una pared. Empezó a dar de comer a los monos y sin previo aviso, como el más sigiloso de los ladrones, un mono cogió la cámara y corrió algunos metros entre la selva.
El lado curioso del hecho lo proporcionó el mono, cuando se filmó durante unos segundos al estilo “selfie”, una pose de moda en las fotos con dispositivos móviles.
El brasileño recuperó su cámara luego que un guardían del parque captara la atención del mono con un poco de fruta.
Los monos de Bali son populares por coger objetos y comida de las personas que visitan la isla.
Con información de The Guardian*