El Tata, en más de una ocasión, ha confesado el enorme desgaste que genera el banquillo blaugrana. Una presión que pasa factura y abre la puerta a todo tipo de especulaciones cuando se combina con algún tropiezo deportivo.
Zubizarreta, en previsión de posibles cambios inesperados, ha elaborado una primera lista de alternativas para el banquillo que solo se activaría si finalmente Gerardo Martino abandona la nave blaugrana a final de temporada.
La consigna es cubrir todos los frentes. En primer lugar, la opción más conservadora apostaría por un técnico de perfil continuista con el modelo impulsado por Pep Guardiola. Dos nombres sobresalen por su pasado como futbolistas y su presente como entrenadores.
Ernesto Valverde y Luis Enrique son vistos con agrado, aunque su retorno al Camp Nou tampoco sería tarea fácil. Valverde, a sus 50 años, firmó un contrato por dos temporadas con el Athletic y no parece fácil que si no es de mutuo acuerdo plante al club vasco por mucha oferta del Barsa. En el caso de Luis Enrique, su desvinculación del Celta sería más factible.
El tercer nombre que figura bien presente en esta línea en favor de prolongar el actual modelo deportivo llega de la mano de Villas-Boas. El luso fue despedido del Tottenham hace unos meses, pero aún conserva buen cartel. Su presencia en el Camp Nou ha sido una constante, así como sus elogios hacia el sistema de juego blaugrana.
Pero la directiva blaugrana también ha pedido a Zubizarreta ir más allá en sus planes de futuro. La dirección deportiva ha esbozado una línea que marcaría un antes y un después en la filosofía. Un escenario innovador avalado por un técnico de fuerte personalidad, con experiencia al mando de un vestuario de elite y capaz de liderar una pequeña revolución en la plantilla blaugrana. El elenco de nombres es más reducido pero sí contempla a dos figuras incontestables: el Diego Pablo Simeone y Jurgen Klopp.
El trabajo del actual técnico colchonero genera admiración. El Atlético es todo un ejemplo de disciplina táctica y trabajo físico, no exentos de una notable dosis de calidad. En el caso del alemán Klopp, los éxitos del Dortmund saltan a la vista. En la actualidad tiene 46 años y en octubre renovó contrato hasta 2018. Tiene fuerza y personalidad para negociar y firmar una salida consensuada que le permita rescindir su compromiso con el club teutón. En los últimos días se ha asociado su nombre a la revolución en el Manchester United.