Imagen es percepción
Inteligencia artificial: riesgos y beneficios en la era digital
La educación en casa es fundamental para que las futuras generaciones puedan utilizar la IA de manera que contribuya al bienestar de la sociedad.
La inteligencia artificial (IA) ha avanzado a pasos agigantados en los últimos años, y su impacto se extiende a prácticamente todos los aspectos de nuestra vida diaria, incluida la educación. Aunque la IA ofrece innumerables beneficios, como herramientas educativas personalizadas y apoyo al aprendizaje autónomo, también presenta riesgos significativos, especialmente en el ámbito escolar.
El buen uso de la IA puede llevar a avances significativos, en casi todas las áreas de la vida y la sociedad.
Estos riesgos no solo afectan a los estudiantes, sino que también plantean desafíos éticos y legales, para ellos mismos y sus padres. Uno de los riesgos es el uso indebido de tecnologías avanzadas, por parte de los estudiantes a través de la IA, como la edición de imágenes y los “deepfakes”, que ha hecho que la manipulación de fotografías sea más accesible y sofisticada.
Además, el acceso a IA generativa de textos plantea otros problemas, como el plagio o la creación de contenido inapropiado. Los estudiantes pueden usar estas herramientas para producir trabajos escolares sin esfuerzo propio, lo que socava el proceso de aprendizaje y el rendimiento académico.
Es crucial entender que un colegio no puede ser considerado responsable, por las acciones que los estudiantes realicen en sus casas, especialmente cuando el centro educativo ha implementado medidas claras y efectivas, para limitar el acceso a internet y a ciertas tecnologías dentro de sus instalaciones.
Si la institución restringe la navegación libre en internet, dentro de la escuela, cualquier conducta inapropiada que los estudiantes lleven a cabo en sus hogares, escapa del control y responsabilidad del centro educativo. En estos casos, el hecho recae directamente en los padres, quienes deben supervisar y orientar a sus hijos, sobre el uso adecuado de la tecnología fuera del entorno escolar.
Ante estos riesgos, los padres juegan un papel fundamental en la orientación de sus hijos, sobre el uso responsable de la tecnología. Es esencial que eduquen a los jóvenes, sobre los peligros y consecuencias del uso inapropiado de la IA, incluyendo las repercusiones legales y éticas en las que pueden llegar a incurrir.
Establecer límites claros sobre el uso de dispositivos, y supervisar el contenido que los niños o adolescentes, consumen y generan en Internet también es crucial. Es importante subrayar que los padres son los responsables primarios de lo que hagan sus hijos en casa, especialmente si las políticas dentro de los centros educativos son claras sobre las restricciones de navegación en internet.
El desafío de gestionar los riesgos de la inteligencia artificial en el ámbito escolar, no puede ser enfrentado solo por una de las partes. Se requiere un enfoque conjunto, donde padres, educadores y estudiantes trabajen en equipo para crear un ambiente seguro y ético, para el uso de la tecnología. El impacto de la IA en la sociedad no es bueno o malo, sino que depende de cómo se utilice. Educar a los jóvenes sobre los riesgos y responsabilidades que conlleva es primordial, y que los padres inculquen valores sólidos en sus hijos.
Sin embargo, es esencial destacar las innumerables bondades que la inteligencia artificial ofrece, cuando se utiliza de manera adecuada. La IA ha sido diseñada para mejorar la eficiencia y efectividad del ser humano en diversas actividades. Desde la automatización de tareas repetitivas, hasta la capacidad de analizar grandes volúmenes de datos en segundos, la IA permite que las personas se concentren en actividades más creativas y estratégicas. En el ámbito educativo, por ejemplo, la IA puede proporcionar herramientas de aprendizaje personalizadas, que se adaptan al ritmo y las necesidades individuales de cada estudiante, lo que facilita un aprendizaje más efectivo.