El Ministerio de Justicia tendrá de ahora en adelante mayor influencia en el Alto Consejo de Jueces y Fiscales (HSYK), un organismo independiente que tiene a cargo el nombramiento de los magistrados.
La reforma encolerizó a la oposición y le valió a Turquía advertencias de la Unión Europea y EE. UU., por las amenazas que representa para la independencia de la justicia.
Fue aprobada a mediados de este mes sin mayores sorpresas gracias a la mayoría absoluta parlamentaria con que cuenta en el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), la formación islamista conservadora del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.