Batzín reconoció recientemente, en entrevista con Prensa Libre, que algunas personas que acuden al Ministerio en nombre de organizaciones comunitarias, “muchas veces son manipuladas”.
“Es complejo porque sabemos que muchas autoridades que nos acusan son los que más presión nos hacen para pedir implementos”, afirmó.
Dijo que entre las personas que ejercen presión hay alcaldes, gobernadores y diputados.
Indicó que el año pasado fueron destituidas al menos siete personas por “esas prácticas no lícitas”.
“Cambiamos permanentemente al personal que nos mete en problemas y que trata de satisfacer intereses personales, no lo podemos ocultar. Tenemos denuncias administrativas de personas por esas prácticas”, señaló, al explicar que el reto de lograr transparencia es permanente.
Costumbre
Luis Chávez, diputado de la bancada de Libertad Democrática Renovada, dijo que se ha desvirtuado la función del Ministerio y se ha vuelto una costumbre comprar grandes cantidades de artículos para “quedar bien con dirigentes políticos y comunitarios”.
“Es necesario que se dé al Ministerio de Cultura y Deportes la orientación para lo que se creó. Su función no es repartir uniformes o pelotas y gorras, sino fomentar la cultura no federada”, precisó.
Carlos Aníbal Martínez, del Instituto de Problemas Nacionales, de la Universidad de San Carlos, expresó que los obsequios y programas como los que impulsa Cultura y Deportes son aprovechados con fines políticos, y lamentó que la mayoría de ministerios “están contaminados con esa práctica”.
Para evitar la práctica clientelista este año, el Ministerio ya no entregará implementos por medio de solicitudes, sino que se hará una entrega equitativa a todos los departamentos, de acuerdo con el número de habitantes, para evitar favorecer a algún partido.
Compras cuestionadas
En el 2013 se compraron balones, trofeos, medallas y uniformes deportivos por Q37.1 millones.
La contratación de juegos mecánicos para la Feria de la Recreación costó Q16 millones.
Se pagaron Q3.7 millones por el transporte a esa actividad.
Q3.1 millones se gastaron en alimentación de personas trasladadas a distintos puntos.
Este año ya se autorizó el contrato para la compra de 36 juegos inflables, por Q2.3 millones.