Marco no oculta en ningún momento la emoción que le causa saber que está a pocas horas de volver a vivir la máxima velocidad en la pista del autódromo Pedro Cofiño.
“Estoy muy emocionado, nos hemos preparado mucho para este inicio de temporada”, señala Morales.
El piloto asegura que la pasión por los motores es un legado familiar. “Esto nació de mi madre, Jeanette Grignon, quien fue navegante de rally en Venezuela”, afirma.
El Honda Civic de Morales es uno de los más livianos de la competencia. “Siempre hemos estado dentro de los cinco mejores. Mi meta es luchar en cada carrera por el podio”, afirmó.