Representantes del sindicato de trabajadores del Hospital Roosevelt denunciaron que en ese nosocomio no hay pruebas para diagnóstico de la enfermedad, además de que el mal estado de los servicios sanitarios y la falta de lavamanos, puede agravar la situación.
Gustavo Barillas, vocero del Ministerio de Salud y quien es la única persona autorizada para hablar sobre el brote de la bacteria en el hospital, aseguró que el problema ya fue controlado y que esta no tiene que ver con la falta de lavamanos.
La restricción de las visitas se levantó una semana después de detectados los primeros casos.
Entre febrero y marzo de 2013, 43 personas, entre ellos cuatro estudiantes de medicina, resultaron afectados con la misma bacteria y la restricción de visitas duró un mes.