Desde hace mucho, sigue la deforestación ilegal a una velocidad alarmante. El costo de ello oscila alrededor de los Q2 mil 200 millones, entre pérdidas por impuestos, valor del carbono almacenado en los bosques, valor de reposición del bosque por plantaciones y, como si fuera poco, por el valor del suelo erosionado, costos ambientales de biodiversidad y de reconstrucción de infraestructura por el cambio climático y desastres naturales.

Ahora, la Junta Directiva del Inab ha lanzado el Reglamento para la fiscalización de empresas forestales con el Sistema Electrónico de Información de Empresas Forestales (Seinef), y entra en vigor el 18 de febrero, para acabar con la ilegalidad. Según Francisco Escobedo, director de la Gremial Forestal, dice que la modernización es buena, pero no debiera ser obligatoria, pues hay quienes no tienen acceso a la plataforma. Escobedo considera que deben hacerse ajustes para que no les reste competitividad a las empresas legales, y nos recuerda de los depósitos ilegales y sin registro en La Terminal, que siguen sin ser fiscalizados y sin necesidad de un sistema electrónico.

Por su lado, Josué Morales, director del Inab, menciona que ahora con mayor justificación sí podrán aprehender estas actividades ilícitas, pues al no aparecer en el sistema podrán ser procesados con toda la fuerza de la ley. Los pequeños productores que reportan menos de un metro cúbico podrán hacerlo solo presentando facturas, a diferencia de las empresas fuertes, que sí lo deberán hacer de forma electrónica, con reportes cada tres meses. Según Morales, a las empresas lícitas y honestas se les facilitará el trabajo, pero los ilícitos que se creen “vivos” no se saldrán con la suya. De una forma u otra, tomemos en cuenta las recomendaciones de los sectores lícitos y hacer ajustes para que haya conformidad entre todos.

Según el Inab, este reglamento busca reducir la competencia desleal generada por el comercio ilegal. Yo anoto que al garantizar el origen lícito entramos a jugar profesionalmente en mercados internacionales.

Pasando a otro tema, tenemos frente a nosotros la iniciativa de ley probosque (080813), que será conocida en el Congreso la semana próxima, y hay que recordar que está en consonancia con la Ley de cambio climático. Es importante que todos la apoyemos, desde legisladores, empresarios, industriales, ambientalistas, cooperativas, iglesias, campesinado y organizaciones indígenas, porque no podemos estar divididos y el tiempo apremia. Mi próximo artículo entrará en detalle. Unámonos los buenos.

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