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Cómo surgió la vivienda social en Guatemala y de qué manera influyó para fundar nuevos barrios

Los programas de vivienda social en Guatemala beneficiaron en el siglo XX a la población de ingresos bajos que no podían adquirir su casa en el mercado regular.

Cómo surgió la vivienda social en Guatemala

Conjunto habitacional de Bellos Horizontes, zona 21, formado por 72 viviendas, cada una de las cuales tenía dos apartamentos, según fotografía publicada en 1978 en Prensa Libre. (Foto: Hemeroteca PL)

El déficit habitacional en el país, que aumenta cada año —según el censo del 2018— es de un millón 363 mil 193 unidades—, especialmente en la capital, llevó al surgimiento de programas de vivienda social, a cargo del Estado, hace un siglo, para beneficiar a la población de escasos recursos.

El concepto de vivienda social consiste en proveer de un inmueble propio y digno a personas de ingresos limitados que no pueden optar a adquirirlo en el mercado regular, explica el historiador y sociólogo Aníbal Chajón.

Todo comenzó luego de los terremotos que devastaron la ciudad en 1917 y 1918, cuando gran parte de la población quedó sin vivienda, por lo que  el presidente Manuel Estrada Cabrera (1898-1920) emprendió una política pública de vivienda acelerada.

 Las personas que quedaron sin hogar tuvieron que trasladarse a nuevos barrios promovidos durante el gobierno de Lázaro Chacón (1926-1930), como El Gallito, zona 3, en 1927; La Palmita, zona 5, en 1928; y La Recolección y Gerona, zona 1, expone Amanda Morán, directora del Centro de Estudios Urbanos de la Universidad de San Carlos de Guatemala, en su investigación Evolución histórica de la vivienda social en Guatemala.

Por ejemplo, el campamento que albergó a damnificados en el barrio La Recolección se encontraba en las antiguas instalaciones de la Escuela Politécnica, anteriormente convento de la orden de los recoletos, ubicadas de la 1a. a la 3a. calles y de la 1a. a la 3a. avenidas, zona 1. Este fue cedido por el Gobierno para que personas trabajadoras construyeran sus viviendas, refiere Chajón. “Aún se puede observar en el área callejones y lotes pequeños”, afirma.

 En 1930 fue inaugurado el Crédito Hipotecario Nacional (CHN), con el fin de facilitar, al crédito, inmuebles a la población, un concepto novedoso en esa época, pero por las consecuencias de la Gran Depresión, de ese año, se le dificultó cumplir su objetivo, señala Chajón.

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En 1935, el presidente Jorge Ubico (1931-1944) encargó a la Municipalidad de Guatemala la construcción de casas económicas para obreros, por lo cual se erigieron 128 unidades en la colonia Ubico, posteriormente 25 de Junio, zona 5.

En 1944, la capital se caracterizaba por un patrón urbano poscolonial en su estructura socioespacial y económica, pero durante los gobiernos revolucionarios de 1944-1954, el cuadro urbano tradicional y la ciudad de Guatemala entraron en una fase de expansión metropolitana, según Omar Maldonado, en su tesis doctoral La vivienda digna, la vivienda de interés social. Análisis comparativo de programas de vivienda social España-Guatemala (2015).

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Al aumentar las migraciones internas a la capital  empezaron, en 1945, las primeras ocupaciones de terrenos en laderas del barranco que circunda al barrio El Gallito por personas que carecían de vivienda.

Fue a partir de la Revolución de 1944 que el Estado, de manera institucional, comenzó a dotar de vivienda a personas de ingresos bajos, acción que quedó regida en la Constitución de 1945.

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El primer ente que atendió  los programas de vivienda fue el Departamento de Vivienda Popular del Instituto de Fomento de la Producción (Infop), creado en 1948 para mejorar las condiciones habitacionales de los trabajadores del campo y de la ciudad, al otorgar préstamos para la construcción de vivienda y financiamiento de lotificaciones con entidades públicas y privadas. La construcción estuvo a cargo de la Dirección General de Obras Públicas, dice Morán.

Vista de la construcción de los diferentes proyectos en zona 6, desde la fábrica de Cementos Progreso. (Foto: Hemeroteca PL)

Merece la pena destacar que todos los proyectos habitacionales se construyeron en terrenos de propiedad estatal. La producción total de viviendas erigidas durante la década revolucionaria fue de unas dos mil. Entre estos proyectos se cuentan las colonias La Bethania y Del Cartero, zona 7; 20 de Octubre, zona 5, y Las Victorias, zona 1. En la colonia Bethania, las viviendas tenían un costo de Q340, y en la Del Cartero, Q1 mil 360, refiere Maldonado.

Las primeras casas populares tenían un costo de entre Q1 mil 200 y Q3 mil 300, expone Andrea Díaz en su tesis de licenciatura Viabilidad política de la iniciativa de ley que propone un interés preferencial para facilitar el acceso a la vivienda social en Guatemala, período 2016-2020 (2018).

En 1950, el grado de urbanización en Guatemala era de 24.6%, y en el 2002 había ascendido a 46.1% de la población total, lo que situó al país en una etapa incipiente de transición urbana, expone José Florentín Martínez en su artículo Transformaciones urbanas en Guatemala 1950-2002 (2011). En 1950, las zona 1, 3 y 8 eran las más densamente pobladas, y en el 2002 las más densas fueron la 19 y  21.

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Apoyo a EE. UU.

En 1956 se creó el Instituto Cooperativo Interamericano de Vivienda (Iciv), bajo la jurisdicción de la Dirección de Obras Públicas y de la International Cooperation American, de Estados Unidos, país que envió ingenieros. La modalidad de proyectos que se otorgaron bajo su auspicio se basó en el trabajo directo de los beneficiarios en la construcción de sus viviendas, conocido como “Esfuerzo propio” y “Ayuda mutua”. El Iciv calculó un déficit habitacional para 1962 de 257 mil 631 unidades para áreas urbanas. La institución construyó tres mil 633 casas en colonias como  Multifamiliares, zona 3; 10 de Mayo y Monja Blanca, zona 5; Kaibil Balam —Proyecto 4-2— y Cipresales —Proyectos 4-4 y 4-10— zona 6; Centroamérica, zona 7, y Tecún Umán, zona 15. Los habitantes debían tener ingresos mensuales de Q65 a Q130.

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En Proyectos 4-4, por ejemplo, el área total era de 175 metros cuadrados, 57 de los cuales eran de construcción, con un costo por vivienda de Q2 mil 639.32.

En 1965, el Iciv se transformó en el Instituto Nacional de Vivienda (Invi), y continuó con los proyectos financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo, que logró construir cinco mil 255 unidades entre 1965 y 1969. La tipología del inmueble en Proyectos 4-10 era sala-comedor, cocina con pila, servicio sanitario y tres dormitorios, con un área de construcción de 54.5 metros cuadrados y un costo de Q2 mil 500, señala Maldonado.

Entrega de apartamentos por el Iciv de los primeros multifamiliares construidos en Guatemala, en la zona 3, según fotografía que apareció en la edición de Prensa Libre del 11 de enero de 1965. (Foto: Hemeroteca PL)

El Invi gestionó un nuevo préstamo de US$5 millones  en 1969, el cual benefició al Instituto de Fomento de Hipotecas Aseguradas (FHA), que se fundó en 1961,  para financiar la construcción de viviendas con seguros de hipotecas, para erigir tres mil 247 unidades en colonias como  Cipresales, zona 6; San Rafael La Laguna I y II, zona 18; Primero de Julio y San Francisco, zona 19; y Justo Rufino Barrios, zona 21.

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Asimismo, comenzaron a lotificar terrenos, estatales y privados, aledaños a  entradas y salidas de la ciudad.

El Iciv y el Invi construyeron 11 mil 727 casas en 16 años, lo cual  no llegó a cubrir el 10% del déficit habitacional del área urbana, que para ese entonces era de 117 mil 758 unidades.

Nace al Banvi

La falta de vivienda en los años 1970 estaba relacionada con el bajo poder adquisitivo de las familias y la escasez de casas populares. En 1973 se creó el estatal Banco Nacional de la Vivienda (Banvi), para sustituir al Invi, y contó con recursos propios para financiar proyectos habitacionales. Sin embargo, de 1973 a 1975  solo se construyeron mil 90 viviendas, pero la producción aumentó, luego del terremoto de 1976, gracias a la ayuda internacional y préstamos externos, canalizados hacia el Banvi. Entre los proyectos construidos está Ciudad del Sol, Villa Nueva; Villa Hermosa, San Miguel Petapa; Residenciales Atlántico y Galilea, zona 18, y Tulam Tzú, Mixco.

Para cubrir la sobredemanda de viviendas, y debido a que el Banvi fue incapaz de enfrentarla, las cooperativas de ahorro y de crédito ayudaron a la distribución de préstamos para la construcción. De 1976 a 1984 se erigieron 35 mil 63 unidades habitacionales a través del Banvi, en el período de reconstrucción.

Chajón recuerda que en San Rafael La Laguna las viviendas se entregaban con tres paredes, instalaciones eléctricas y de agua, y las familias debían terminar de construir la cuarta pared para poder techarlas. En esta época  se empezaba a usar  lámina microasfaltada. Debido a la alta demanda, los conjuntos habitacionales  incluían solo un ambiente.

En 1985, el Banvi disminuyó la construcción porque se habían agotado sus recursos.

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En 1986, durante el gobierno demócrata-cristiano, surge el Plan de Vivienda 1986-1989, entre cuyos principios estaba fomentar la autoconstrucción y mejoramiento de infraestructura básica de los asentamientos precarios. Ante la falta de recursos financieros para ejecutar programas, el Banvi dejó de operar en 1992.

En los 42 años en que el Estado tuvo intervención directa en la dotación de vivienda se construyeron 51 mil 668 unidades. Su mayor intervención fue en 1976 —67%—, durante el período de reconstrucción por el terremoto ocurrido ese año.

Vista de algunas viviendas populares recién construidas en la colonia Primero de Septiembre, zona 12. Fotografía publicada el 20 de octubre de 1958 en Prensa Libre. (Foto: Hemeroteca PL)

Financia Foguavi

En 1995 fue creado el Fondo Guatemalteco de la Vivienda (Foguavi), especializado en captar recursos y canalizarlos a través de bancos del sistema, a fin de financiar la adquisición de lotes, con o sin servicios; viviendas, introducción de servicios básicos, construcción de unidades de hasta 36  metros cuadrados de área cubierta, mejoramiento y ampliación de casas.

Ese año firmó contratos de fideicomiso con cuatro bancos del sistema, por un monto de Q24 millones; no obstante, únicamente se aprobaron 10 proyectos, con un total de 918 soluciones habitacionales, localizados en el área metropolitana de la capital, Quetzaltenango, Chimaltenango,  Alta Verapaz  y Quiché.

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Esfuerzos para dotar viviendas

  •  La primera iniciativa para normar la intervención estatal en el sector de vivienda fue el proyecto de Ley de la Creación de Fondo Nacional de la Vivienda, en 1978.
  • En 1993 se creó el Consejo Nacional de la Vivienda, formado por varias instituciones y que formuló la base para la Política Nacional de Vivienda.
  • En 1996 se elaboró la Estrategia de Desarrollo del Sector Vivienda 1996-2000, en el cual el Gobierno se comprometió a convertir a Guatemala en un país de propietarios y a priorizar a poblaciones  en pobreza extrema.
  • En 1996 se emitió el decreto 120-96, Ley de Vivienda y Asentamientos Humanos.
  • En el 2001 se creó la Política Nacional de Vivienda y Asentamientos Humanos.
  • Los principales problemas para dotar de vivienda a la población son  bajos ingresos y  escasa capacidad de ahorros, dependencia de recursos financieros externos para producir viviendas  por el Estado y la debilidad institucional en materia de vivienda del sector gubernamental.
  • En el 2012 se promulgó la nueva  Ley de Vivienda que dictaminó la creación de un fondo para la vivienda a fin de subsidiar casas económicas.

ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.