– Revisa las rocas de lava: Antes de empezar a cocinar revisa que las rocas de lava en el fondo de la parrilla no tengan residuos de grasa o comida, ya que éstos pueden causar llamaradas y que la comida se queme. Sigue las instrucciones de la marca de tu parrilla para limpiar o cambiar las rocas de lava.
– Precalienta la parrilla: Abre la llave del gas para que éste empiece a circular. Por lo general las parillas de gas tienen de 2 a 4 perillas de arranque. Si vas a cocinar poca comida puedes utilizar sólo dos. Enciende al menos dos. Una con fuego alto, la cual será tu área de fuego directo y una a fuego bajo, la cual será el área de fuego indirecto. Para fuego aún más indirecto, muchas churrasqueras cuentan con una parrilla de que queda más elevada, por encima de la grande.
– Prepara la parrilla: Para evitar que la comida que pegue a la parrilla utiliza un cepillo de cocina resistente al calor con aceite vegetal y pásalo por toda la parrilla para que quede aceitada. Aplica el aceite justo antes de colocar los alimentos, de lo contrario el aceite se quemará antes de que empieces a cocinar.
Si no cuentas con cepillo de cocina puedes pasar un pedazo de toalla de papel con aceite sobre la parrilla ayudándote con unas pinzas.
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