Hagamos la diferencia
Educación, otro tema pendiente
El presupuesto destinado a la educación en Guatemala es insuficiente para cubrir las necesidades básicas del sistema.
Un pilar fundamental para el desarrollo económico y humano de un país es la educación. La educación en Guatemala enfrenta algunos desafíos, que limitan el potencial de nuestros jóvenes y frenan el progreso del país, entre ellos la tasa baja de escolaridad, la desigualdad en el acceso a la educación, la calidad educativa dispar, alta tasa de deserción escolar, poca atención a la infraestructura educativa, entre otros.
Un pilar fundamental para el desarrollo económico y humano de un país es la educación.
La tasa de escolaridad es baja, siendo más grave en el nivel medio diversificado, con 25% de cobertura y el nivel medio básico con cerca del 50% de cobertura, pero se vuelve más crítico al analizar la alta tasa de deserción. La pobreza, la necesidad de trabajar y la falta de percepción del valor de la educación contribuyen al abandono de los estudios. Para combatir la deserción, es vital implementar programas de apoyo económico para las familias de bajos ingresos, como becas y subsidios, fomentar una cultura que valore la educación con campañas de concienciación y programas de mentoría que podría cambiar percepciones y demostrar las oportunidades que la educación puede ofrecer. El acceso a una educación de calidad en Guatemala sigue siendo un privilegio, no un derecho universal en Guatemala.
Las comunidades rurales e indígenas, que son mayoría, enfrentan inmensas barreras para acceder a la educación. Escuelas con infraestructura deficiente, falta de recursos educativos básicos y la distancia son algunos de los obstáculos cotidianos. Se requiere una inversión sustancial en construcción y mejora de escuelas, mucho mayor que el anunciado por el actual gobierno, así como implementación de tecnologías educativas que proporcionen recursos y oportunidades a aquellos que más lo necesiten. Considerar programas de transporte escolar que garanticen que la distancia no sea un impedimento para acudir a las escuelas.
El presupuesto destinado a la educación en Guatemala es insuficiente para cubrir las necesidades básicas del sistema, actualmente es del 3.5% del PIB, de los más bajos a nivel mundial. Esta falta de recursos limita la capacidad de implementar mejoras en infraestructura, capacitación docente y programas educativos innovadores. Aumentar la inversión pública en educación y asegurar una distribución equitativa de los recursos es esencial. La inversión en educación es un activo que garantizará el aprovechamiento del bono demográfico. El sector privado y organizaciones internacionales podrían proporcionar fondos adicionales necesarios y apoyo técnico para desarrollar proyectos educativos sostenibles. La calidad de la educación varía enormemente entre áreas urbanas y rurales, en zonas rurales los docentes carecen de la formación adecuada y de los materiales necesarios para impartir una educación de calidad. El currículo, no siempre refleja las necesidades y realidades de las comunidades indígenas y rurales, por lo que debe ofrecerse programas de formación continua para maestros, en especial en área rurales.
Los sindicatos juegan un papel crucial en la defensa de derechos laborales de los maestros, pero la manera en que Joviel ha liderado el STEG ha tenido repercusiones negativas en la educación en Guatemala, sus tácticas de presión, politización y falta de enfoque en la calidad educativa han contribuido a un entorno de inestabilidad y estancamiento en el sistema educativo del país, y un buen ejemplo es la negociación del actual pacto colectivo el cual se está haciendo en secreto. ¿A que le teme, para impedir que sea público? Seguro hay situaciones lesivas para el país, porque no puede negociarse algo bueno en la oscuridad.
Es urgente prestar especial atención a la educación en este país, pues hemos perdido oportunidades por no estar preparados.