“Es como una endoscopia ordinaria, con la diferencia de que un tubo emite ultrasonidos y permite ver el órgano mucho mejor para extraer el líquido”, explicó la investigadora.
“Gracias a este método de análisis, se puede determinar en qué fase está el cáncer”, agregó.
Este procedimiento, que permite limitar el uso de la cirugía, se podría empezar a usar en un plazo máximo de cinco años.
El cáncer de páncreas tiende a expandirse rápidamente por el cuerpo y es particularmente letal, puesto que en muchos casos solo se descubre una vez que ha avanzado más allá del páncreas.
Los pacientes que no reciben tratamiento normalmente mueren entre tres y seis meses después y la tasa de supervivencia de cinco años después se encuentra en tan solo un 4 por ciento.