El vecino Carlos Ramírez dijo que pesca en el Motagua como una actividad recreativa, pero reconoció que los peces que captura son cocinados y consumidos por su familia.
Otros pobladores narraron que pescan y venden el producto a quienes pasan por la ruta al Atlántico.
Contaminación
Desde hace varios años residentes de El Rancho, Guastatoya, El Jícaro y San Cristóbal Acasaguastlán se han dado cuenta de que las aguas del afluente llegan a esta región con un alto grado de contaminación y mal olor, situación que a muchos no les importa.
Varios pobladores mencionaron que la ingesta de peces del río Motagua conlleva un alto riesgo, ya que las personas, en especial niños, podrían contraer algún tipo de enfermedad intestinal o de la piel.
Añadieron que ninguna autoridad se ha preocupado por controlar la pesca y el consumo de los productos extraídos del afluente, pese a que es de dominio público que los niveles de contaminación son elevados.
Vecinos piden a las autoridades de Salud que hagan un monitoreo de la calidad del agua y determinen si los peces son aptos para consumo humano.
No hay prohibición
César Augusto Archila, jefe del Área de Salud de El Progreso, expuso que la pesca en esa área es una práctica que viene desde hace muchos años.
“Sí estamos sabidos de que hay una seria contaminación en el río; sin embargo, no existe prohibición por el momento, ni se ha hecho ningún tipo de vigilancia, ni recomendación o análisis del pescado”, añadió Archila.
Resaltó que no ha habido ninguna relación de enfermedades, después de que las personas han consumido pescado.