Por lo demás, no es correcto que este litigue por la Prensa, violando los plazos establecidos por la Comisión de Postulación para que se hagan y diriman las tachas en el proceso de selección del próximo fiscal general, maña no propia de su envergadura, sino de aquellos que resultan incapaces de litigar ante los tribunales de justicia.
He puesto ya el asunto en manos del Tribunal de Honor del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala, medida necesaria para ordenar el tema, tal y como se debe ordenar absolutamente todo.
Una exhumación judicial persigue objetivos específicos y no airear los cadáveres con fines mediáticos, aspecto que discutiré en cualquier foro que sea pertinente.
Por lo demás, cabe recordar que me encuentro condecorado con la Orden de Pío IX, máxima distinción vaticana, y he sido abogado del Arzobispado de Guatemala en casos de relevancia constitucional, con implicaciones canónicas, así como en la realización de auditoría jurídicas”.