El camino es estrecho y se encuentra en mal estado, ya que el Gobierno no le da mantenimiento desde hace 15 años, al punto de que varios tramos están casi intransitables, lo que ayuda a los delincuentes para cometer asaltos.
Hay baches grandes y en las curvas cuesta arriba se debe disminuir bastante la velocidad, lo cual aprovechan maleantes para cometer fechorías, relató el vecino David Pérez.
José Santos, presidente de la Unión de Transportistas del Área Rural (UTR), que agrupa a 12 microbuseros, expresó: “Ya han asesinado a tres pilotos y a tres maestros. Además, varias personas han resultado heridas durante los asaltos a mano armada que cometen las bandas que operan en el sector”.
Santos agregó que hay bandas de hasta 15 delincuentes que portan pistolas, escopetas y machetes.
Santos indicó que han pedido a la PNC y al Ejército que patrullen el lugar, pero solo lo hacen unos días y dejan de hacerlo, por lo que los delincuentes regresan.
Hace tres años fue instalada una subestación de la PNC en las aldea Los Anonos, que empezó bien, pero ahora, los vecinos desconfían de los agentes.
En octubre del año pasado, una turba linchó a dos presuntos extorsionistas que confesaron que habían sido enviados por un miembro de la PNC.
Los pobladores también lincharon a un presunto asaltante un mes antes, lo cual no ayuda a que retorne la tranquilidad.
Transportistas e integrantes de los consejos comunitarios de Desarrollo se reunieron con autoridades el año pasado, en dos ocasiones, para coordinar estrategias de seguridad, pero no ha dado resultado.
El líder xinca Máximo Hernández señaló al respecto: “El Gobierno ya nos agarró de babosos. Ni repara la carretera ni mejora la seguridad”.
