Pocos minutos después de la inyección, el detenido inició un estado de sufrimiento, muy agitado, con el cuerpo tembloroso, levantando los hombros de la mesa de ejecución, emitió gruñidos y pronunció palabras incomprensibles, según la prensa local, información en parte confirmada por Jerry Massie, portavoz de las prisiones de Oklahoma.
El director resolvió inmediatamente aplazar 14 días la ejecución de Charles Warner, prevista para las 20H00 (01H00 GMT del miércoles), dijo la fuente.
“Después de rechazar durante varias semanas dar detalles básicos sobre los medicamentos usados en los procedimientos de inyeccoón letal esta noche, Clayton Lockett fue torturado hasta la muerte”, denunció de inmediato Madeline Cohen, abogada de Warner.
La última doble ejecución en ese estado del centro de Estados Unidos tuvo lugar en 1937.
Clayton Lockett fue condenado a muerte en 2000 por la violación y el asesinato de una joven que había secuestrado, golpeado y enterrado viva. Charles Warner fue condenado en 1997 por la violación y el asesinato de la hija de once meses de su compañera.
Ambos hombres habían obtenido en marzo pasado la postergación de sus ejecuciones por falta de anestésico para las inyecciones intravenosas. Pero el estado logró aprovisionarse, cambió el procedimiento de ejecución y los dos condenados agotaron esta vez todas sus apelaciones. Sus abogados renunciaron, por la tarde, a presentar un último recurso ante el Tribunal Supremo.
La ejecución se efectuó con un nuevo protocolo de inyección letal, que nunca se había probado. Este nuevo procedimiento incluye tres productos, un sedante, un anestésico y una dosis letal de cloruro de potasio.
“Debemos obtener respuestas completas sobre lo que falló. Debe haber una investigación independiente realizada por una tercera parte y no por las autoridades penitenciarias”, exhortó la abogada de Warner en un comunicado después de la ejecución. “También debe realizarse una autopsia por un técnico independiente y debe haber una transparencia total sobre las conclusiones”, añadió la abogada.
“El estado debe revelar todas las informaciones sobre los medicamentos, incluido su grado de pureza, su eficacia, su origen y los resultados de todos los análisis”, fustigó Cohen, según quien, “ninguna ejecución puede ser autorizada en Oklahoma mientras no haya más información acerca de la ejecución fallida de esta noche”.