Día de la Tierra
Las implicaciones son graves, pues la Antártida contiene el 70% del agua dulce del mundo. Los últimos informes climáticos leídos por el parlamentario Frank Schwabe de Alemania indican que si seguimos en el impasse, para el 2100 podríamos llegar a 4.8 grados Celsius más de temperatura. ¿Podría el ser humano soportarlo?
Según Kelly Brunt, científica de la Nasa, este iceberg cuenta con un grosor de 500 metros y cubre una superficie de 660 kilómetros cuadrados. “Es como una tarta gigante flotando en medio del océano Antártico”, agregó la investigadora del centro Goddard de la Nasa. Ahora existen docenas de bloques de hielo flotando en el mar que ponen en riesgo elevar el nivel de los océanos.
No hay otra que detener el incremento de CO2, que es lo que ocasiona el calentamiento global y las sequías. El CO2 derrite los glaciares e incrementa el nivel del mar, lo que a su vez provoca inundaciones, tormentas, huracanes y pérdidas de vidas humanas. ¡Ya es suficiente!
Si nosotros en Guatemala no somos responsables del calentamiento global, ¿qué podemos hacer? Sencillamente reforestar y promover las energías renovables como las hidroeléctricas y la energía del sol, pero también evitar la tala inmoderada y el cambio de uso de suelo. Según últimos reportes, Guatemala sufre de una deforestación de 93,127 hectáreas bruta en bosques, el 42% vinculadas a la ganadería, monocultivos, asentamientos humanos, narcoactividad y, por supuesto, incendios forestales a lo largo y ancho del país. Un ejemplo de tala ilegal está a la vista en el bellísimo cañón de Río Dulce, donde dan ganas de llorar. ¡Invasores están talando cuánto pueden en total impunidad casi llegando a Lívingston!
En el recorrido de la cumbre de Santa Elena a Cobán veíamos bosques de encino y montañas de liquidámbar junto a una bella catarata, pero ahora ya no existe. En cuanto al agua, pese a que contamos con 90 mil metros cúbicos en la oferta hídrica anual de Guatemala, el 90% de las fuentes acuíferas están contaminadas, incluyendo los cuatro lagos y 38 ríos principales y sin una ley de aguas. Entonces, como guatemaltecos, exijamos pronta acción en el Congreso y que en vez de batallas campales para detener las iniciativas positivas decidan preocuparse por lo que más importa.
Con este artículo intento desesperadamente que reaccionemos. ¡Organícense en sus colonias, comunidades, empresas, pueblos, aldeas y busquen en el internet cómo disminuir nuestra huella de carbono y hablen con sus alcaldes, directores de escuelas, universidades y gobernadores y detengamos juntos la tala ilegal y contribuyamos con la reforestación para protegernos de las megatormentas que se avecinan! Un principio fundamental de supervivencia es que solos no podremos hacer nada, pero en conjunto sí.
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