EDITORIAL
Financiamiento ilícito alcanza a partido Todos
Autoridades del Tribunal Supremo Electoral han presentado, finalmente, un pliego de irregularidades por financiamiento electoral ilícito del partido Todos en la campaña electoral del 2015. No es extraño, pues casi la totalidad de las agrupaciones participantes en ese evento electoral se aprovecharon de la laxitud normativa para recibir millonarios aportes de manera irregular.
Lo que extraña es la tardanza de las autoridades electorales para presentar ese listado de anomalías, cuando previamente existían denuncias contra su principal dirigente, Felipe Alejos Lorenzana, quien ha logrado hasta ahora evadir a la justicia. Esto llama la atención a causa de las vinculaciones de uno de los diputados de la agrupación, Juan Ramón Lau, con magistrados del Organismo Judicial y también con algunos de los integrantes del Tribunal Supremo Electoral.
Hoy, la demanda formal para investigar el financiamiento electoral de ese partido durante 2015 está en manos del Ministerio Público, que deberá proceder con celeridad en un nuevo caso contra quien se apropió de esa agrupación y muy rápidamente la convirtió en uno de los iconos más visibles del pacto de corruptos.
Hasta ahora Alejos ha logrado evadir a la justicia y se cree que se trata de una de las figuras de poder dentro del Legislativo para intentar defenestrar, de manera irregular, a tres magistrados de la Corte de Constitucionalidad. Esto habría empezado con una burda manipulación de magistrados de la Corte Suprema de Justicia, quienes de manera festinada dieron trámite a una denuncia espuria contra los integrantes de la CC que se han mostrado menos favorables a los caprichos de la alianza en favor de la impunidad.
Sin embargo, hasta ahora han fracasado en ese intento y en este momento está en manos precisamente de la CC evaluar la solicitud de retirar el derecho de antejuicio a Alejos, quien fue beneficiado por la recomendación del juez Jorge Antonio Valladares Arévalo de no retirarle la inmunidad, cuando uno de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia también votó a favor de protegerlo de toda investigación por tráfico de influencias. Ahora uno de los hijos de ese magistrado aspira a ser diputado por esa agrupación política.
Alejos se ha convertido en una de las figuras emblemáticas en la batalla por descarrilar la lucha contra la corrupción, cuyos esfuerzos, de la mano del diputado Lau, no se han ocultado. Es muy posible que sean las figuras que estarían detrás de ofrecimientos a magistrados del TSE y de la CSJ para beneficiarlos en futuras elecciones, lo cual explicaría el manto de impunidad que protege al actual vicepresidente del Congreso.
Incluso no han dudado en utilizar personal y recursos del Estado para amedrentar a los medios de comunicación independientes, como ocurrió la semana anterior, cuando reporteros de Prensa Libre lo buscaron para obtener su versión sobre los señalamientos de las autoridades electorales por financiamiento electoral ilícito y, en lugar de aclarar las dudas, empleados del Congreso grabaron a los periodistas que lo entrevistaban para luego lanzar ataques contra este periódico y Guatevisión.
Ese es el tipo de políticos que han metido a Guatemala en una de sus noches más oscuras y repiten el modelo empleado por los tiranos de Venezuela y Nicaragua para intentar detener la denuncia sobre su proceder y buscan limitar toda posibilidad de crítica y fiscalización de la prensa independiente.