La Audiencia provincial muniquesa admitió a trámite el pasado enero la acusación contra Ecclestone, que apunta que el patrón de la Fórmula Uno recibió del BayernLB una comisión de 66 millones de euros, de los que devolvió a Gribkowsky 44 millones para que el banco vendiera su participación a CVC, una empresa de su agrado.
En el caso será decisivo que se pueda probar que Ecclestone sabía que Gribkowsky era empleado de un banco público y que, como tal, no podía recibir comisiones.
Gribkowski, principal testigo en este juicio, fue ya condenado a ocho años de cárcel y en la sentencia el juez Peter Noll dijo que Ecclestone había conducido al banquero al delito.
Ecclestone ha rechazado en repetidas ocasiones estas acusaciones y asegura no haber hecho nada ilegal, al tiempo que se ha declarado dispuesto a declarar.
Este febrero, el Tribunal Superior de Londres dio la razón a Ecclestone en un juicio que le enfrentaba al grupo de comunicación alemán Constantin Medien por este mismo asunto.
El patrón de la Fórmula 1 estaba acusado de entrar en un “acuerdo corrupto” con un banquero alemán para facilitar la venta de participaciones de F1 a un comprador cercano a sus intereses, según el abogado del grupo de comunicación alemán Constantin Medien.
Durante el juicio el empresario británico reiteró que las acusaciones de Constantin Medien “carecen de fundamento”, al tiempo que negó haber participado en “conspiración alguna”.
La compañía alemana, que alegaba pérdidas económicas debido a la supuesta trama, acusaba a Ecclestone de haber llegado a un acuerdo con ese banquero durante una reunión mantenida en Londres.