escenario de vida
El sueño de un marinero que se cumplió en Antigua Guatemala
Hoy por la noche, a las 9.30 PM, verán en estreno este lugar mágico.
Mi columna de hoy está dedicada a un guatemalteco que ante viento y marea ha logrado hacer realidad sus sueños, que apenas se están cumpliendo, pero continúan. Y aquí les va mi relato.
En Hobbitenango solamente contratan personal de las comunidades aledañas y les capacitan.
Érase una vez un joven marinero que tuvo un sueño. Vivir en casitas al estilo de la película de los hobbits, con puertas redondas, hobbits y elfos que fueran parte de la magia. Aún siendo parte de la tripulación de un barco, este marinero no permitió que se esfumaran sus sueños, y por más que parecía un sueño inalcanzable, luchó por mantenerse firme para cumplirlo. Pronto conoció a una jovencita que también añoraba vivir entre casitas con puertas redondas al estilo hobbits y tener suficiente terreno para sembrar sus hortalizas con toda clase de siembras orgánicas y bellos jardines con flores multicolores. Pero no era simplemente el sueño de una sola casa, sino todo un proyecto ecológico con múltiples casitas de hobbits para albergar a visitantes. Como si fuera poco, en sus sueños estaba contemplado un bosque nuboso para protegerle. Tanta fue la coincidencia y afinidad entre el anhelo del marinero y el de su amada que pronto se enamoraron y finalmente se casaron.
Al estar juntos planearon crear una comarca tan especial que se remontara al tiempo de la Edad Media, pero necesitaban el lugar apropiado para construirla, y no iba a ser sencillo, ya que la querían en una franja entre dos océanos, entre siete volcanes y entre nubes casi de algodón; una comarca entre picos de montañas, pero que estuviera llena de fantasía. Pero lo mejor de esta historia es que, por su tenacidad y convicción, pronto encontraron el lugar perfecto. La guinda del pastel fue que a sus pies latía una ciudad colonial con el nombre de Antigua Guatemala, y más mágico que esto era imposible.
En el libro de los hobbits se habla de lo mucho que les gustaba a ellos comer, beber y bailar, así que lo que siguió fue la idea de construir cafeterías que ofrecieran buena comida y bebida, además de música y juegos al estilo medieval, aire libre. Entre estos juegos estaba el arco y flecha.
Y así fue como me aventuré a descubrir un lugar de ensueño llamado Hobbitenango. Lo primero que visité fue el bosque nuboso, con toda clase de biodiversidad, con la vista de majestuosos volcanes, justamente entre nubes pintadas como de acuarela. En los senderos me reuní con una bióloga y aprendí secretos mejor guardados de ella.
Hobbitenango no lo encontré dentro de un hoyo sucio en la tierra, como relata el libro y la película de los Hobbits, ni con lombrices ni un raro hedor. Lo encontré en un lugar mágico que encierra una fragancia de lavanda, y entre hermosas colinas y bosques que nos hacen enmudecer.
Pero quizás lo que más me impresionó fue saber que, aun sin experiencia, en Hobbitenango solamente contratan personal de las comunidades aledañas y lo capacitan. Por ello se sienten orgullosos de ser parte de una gran familia y lo agradecen, pues les ha cambiado la vida. Entre ellos, meseros, cocineras, chefs, ayudantes de los juegos al aire libre, jardineros, agricultores, músicos y mucho más. Lo más importante es que buscan en ellos confiabilidad, adaptabilidad, flexibilidad, atención al detalle, integridad, iniciativa y muchos deseos de trabajar en un lugar tan lleno de magia como lo es Hobbitenango.
El marinero de mi historia verídica me ha impresionado, pues ha puesto toda su energía en hacer realidad su sueño. Y nos puede servir de ejemplo, para jamás desistir de lo que siempre hemos soñado hacer. Hoy, a las 9.30 pm, verán en estreno, por Guatevisión, una superproducción de este lugar mágico, como parte de las celebraciones de nuestro 15 aniversario.
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