Escenario de Vida
Castillo Hermanos se ha ganado la Máscara de Jade
Hablar de “responsabilidad social empresarial” es hablar de acciones que impactan positivamente a las comunidades en donde opera una compañía.
Guatemala está llena de contrastes. Unos que cumplen con mantener el ambiente limpio y sano para que los guatemaltecos tengan una buena calidad de vida, mientras a otros solo les interesa el derecho de su nariz, contaminando, echando basura en los ríos y lagos, quemando bosques, invadiendo áreas protegidas y destruyendo lo que esté a su alcance.
Al entrar en las instalaciones, creí estar en un ambiente de una nave del futuro.
El primer tipo de personas son honorables, sinceras en su actuar, no buscan ni fama ni aplausos; son humildes y solo sienten la satisfacción de hacer el bien. Se refleja también en las empresas que tienen un alto sentido de asertividad y cumplen con ser responsables en su actuar.
Hablar de “Responsabilidad Social Empresarial” es hablar de acciones que impactan positivamente a las comunidades en donde opera una compañía. Lo interesante es ver cuando los proyectos no solo están al servicio de las comunidades circundantes a ellos, sino que impactan a millones de personas a lo largo del territorio nacional. No lo hacen para mejorar la imagen de su marca, para ganar más dinero o para lograr un mejor posicionamiento de la compañía, sino que, al contrario, buscan lograr un impacto real en las vidas de millones de personas. En resumidas cuentas es lo que yo llamo “dar de regreso.”
Existe una empresa que ha demostrado tener Responsabilidad Social Empresarial, y es Castillo Hermanos, con su programa Guatemaltecos por la Nutrición. Por la gran labor que realiza se le ha otorgado la Máscara de Jade por parte de la Casa del Jade y Fundación del Bosque Tropical.
¿Qué decisión se tomó al acreditarles este gran premio? Por la falta de atención médica y nutricional que no llega a las comunidades, por la condición de las carreteras, el programa Guatemaltecos por la Nutrición se dio a la tarea de crear clínicas móviles y está logrando un impacto real en las vidas de las comunidades. El programa integra educación, higiene, agua limpia, hábitos de comida, huertos y laboratorios.
Fui personalmente a ver las instalaciones que tienen en Huehuetenango y descubrí tecnología de punta en ingeniería y fabricación de equipos móviles con soluciones integrales de alimentación, logística, alojamiento, salud, agua, gestión de residuos, energía y telecomunicaciones. Al entrar en las instalaciones creí estar en un país del primer mundo, casi como estar en un ambiente de una nave del futuro.
Lo que vi en el Campamento de Nutrimóviles fue fuera de serie. Allí prestan atención nutricional y de salud primaria a mujeres embarazadas, mujeres en edad fértil y niños menores de 5 años. Esa tecnología de punta consta de nueve unidades articuladas entre sí que al operar en conjunto garantizan la atención necesaria para proveer hasta 50 consultas médicas y nutricionales al día.
Aparte de las instalaciones, una de las formas creativas al brindarles un cambio es impartiendo clases de cocina a las madres, para mejorar su alimentación. La otra es la promoción de huertas en los hogares y la educación para la higiene en la preparación de los alimentos.
El programa está invirtiendo 15 millones de dólares para reducir en 5 puntos porcentuales la desnutrición crónica en Huehuetenango y Quiché, y en especial busca disminuir la mortalidad infantil. Espera incluso destinar su inversión a generar empleos y brindar desarrollo y tecnificación a más de cien mil pequeñas empresas que tienen vínculos con la compañía.
Muchos frentes y muchos corazones latiendo a favor de los guatemaltecos. Por eso hablo de contrastes: unos destruyen, mientras otros construyen. Eso es lo que yo llamo Responsabilidad Social Empresarial, y por eso Castillo Hermanos se ha ganado la Máscara de Jade.
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