geopolítica

|

Suscriptores

¿Qué buscan Rusia y Corea del Norte con sus acercamientos?

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, llegó de visita a Corea del Norte por primera vez en 24 años. ¿Para qué?

Rescatistas buscan entre los escombros de un edificio que destruyó un misil ruso en Kiev, Ucrania, el 25 de marzo de 2024. (Brendan Hoffman/The New York Times)

Rescatistas buscan entre los escombros de un edificio que destruyó un misil ruso en Kiev, Ucrania, el 25 de marzo de 2024. (Brendan Hoffman/The New York Times)

Según los medios estatales rusos, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, llegó de visita a Corea del Norte por primera vez en 24 años tras la promesa de llevar a nuevas alturas los lazos con Pionyang y rechazar en conjunto la que llamó la “dictadura neocolonial global” de Estados Unidos.

El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, se reunió con el presidente ruso en la pista del aeropuerto a primera hora local del miércoles, informaron agencias de noticias estatales de Rusia.

Putin llegó a mitad de la noche y descendió de su avión a una alfombra roja flanqueada de guardias uniformados para abrazar al líder norcoreano que lo esperaba, como lo mostró un video que difundió después el Kremlin. Kim escoltó a Putin a una limusina Aurus de fabricación rusa que había recibido del mandatario ruso el año pasado.

La guerra contra Ucrania ha acercado a Putin con Kim, quien ha ganado un nuevo estatus con el Kremlin al abrirle sus inmensos almacenes de municiones a Moscú.

Hace nueve meses, después de que Kim llegó en un tren blindado al Extremo Oriente ruso, los dos hombres se reunieron en un cosmódromo ruso y brindaron por su “lucha sagrada” contra Occidente. El líder norcoreano, entre visitas a las instalaciones confidenciales rusas de cohetes y aviones de combate, invitó a Putin a realizar una visita recíproca.

Ahora, el presidente ruso aceptó su oferta. Y la profundización de la relación entre los dos líderes autoritarios plantea un desafío particular para Washington. Estados Unidos en algún momento contó con la cooperación de Moscú en sus intentos por frenar el programa nuclear y de misiles de Corea del Norte. Ahora, enfrenta un intento del Kremlin por ser el aguafiestas de los intereses geopolíticos estadounidenses en todo el mundo.

Los medios estatales rusos difundieron imágenes en las que se veían grandes banderas rusas y retratos de un Putin sonriente en las calles de Pionyang, mientras Corea del Norte se preparaba para darle la bienvenida al líder ruso.

¿Qué quiere Rusia?

Antes del viaje, Putin emitió una orden en la que autorizó la celebración de un nuevo acuerdo de “asociación estratégica integral” con Corea del Norte.

Putin también publicó un artículo en Rodong, el principal periódico de Corea del Norte, en el que elogió a Kim por resistir “la presión económica, las provocaciones, el chantaje y las amenazas militares de Estados Unidos” y agradeció a Pionyang su firme apoyo a las operaciones de Rusia en Ucrania.

La victoria sobre Ucrania ha sido el principio rector de la política exterior rusa durante más de dos años y la máxima prioridad de Putin en el viaje será garantizar la cooperación continua de Corea del Norte para ayudarle a lograr sus objetivos en el campo de batalla.

Corea del Norte es uno de los países más pobres y aislados del mundo, pero tiene uno de los mayores ejércitos.

No está claro el alcance exacto de la ayuda militar de Corea del Norte en la guerra de Moscú. Según muchos analistas, la contribución ha sido significativa porque el Ejército ruso necesita cada vez más municiones en su guerra de desgaste contra Ucrania. Hace poco, las fuerzas rusas tuvieron ganancias territoriales contra Ucrania en parte porque pueden gastar más municiones.

En una entrevista con Bloomberg la semana pasada, el ministro de Defensa surcoreano, Shin Won-sik, declaró que Seúl había rastreado al menos 10 mil contenedores que podrían tener hasta 4.8 millones de proyectiles de artillería transportados desde Corea del Norte a Rusia. El ministro predijo que Putin pediría más durante su viaje.

Antes de la visita de Kim a Rusia el año pasado, los servicios de inteligencia estadounidenses informaron que Moscú le había comprado millones de proyectiles de artillería a Corea del Norte. Desde entonces, Estados Unidos ha acusado a Rusia ante Naciones Unidas de disparar varios misiles balísticos norcoreanos en Ucrania.

Sin embargo, han surgido cuestionamientos sobre la calidad de los suministros de Corea del Norte. Según autoridades en Ucrania, Rusia disparó unos 50 misiles balísticos norcoreanos en territorio ucraniano el invierno pasado y el índice de fallas de las armas fue elevado.

La relación floreciente con Moscú ya le ha dado dividendos a Pionyang. En marzo, Rusia vetó la renovación anual del panel de expertos de la ONU que había escudriñado 15 años las violaciones de Corea del Norte a las sanciones. La medida enfatizó el cambio drástico de postura de Moscú hacia Pyongyang, después de años de desempeñar un papel en las labores de desarme de la ONU en ese país.

Antes de que expirara su mandato, los observadores de la ONU verificaron que los restos de un ataque en enero contra la ciudad ucraniana de Járkov provinieran de un misil norcoreano y afirmaron que la transferencia de armas había violado el embargo armamentístico que le impuso la ONU a Pyongyang, según Reuters. El embargo prohíbe la exportación e importación de armas.

Es poco probable que Putin reconozca alguna entrega de municiones o armas durante el viaje. Rusia ha negado todo tipo de transferencia militar que viole el embargo de la ONU.

En una sesión informativa celebrada el lunes, un asesor de política exterior del Kremlin, Yuri V. Ushakov, les comentó a los periodistas que durante el viaje los líderes iban a hablar sobre asuntos de energía, transporte, agricultura, economía y seguridad.

¿Qué quiere Corea del Norte?

Kim, cuyo abuelo llegó al poder con el respaldo de Moscú en 1948 y fundó Corea del Norte, ha expandido de manera constante su arsenal de armas de gama alta y ha buscado cada vez más la ayuda del Kremlin.

Las relaciones acogedoras entre Moscú y Pionyang han provocado la ruptura de las labores internacionales encaminadas a contener las ambiciones nucleares y de misiles de Corea del Norte y ha generado cuestionamientos en torno a la imposición de las sanciones en el futuro.

Desde que ambos líderes se reunieron el año pasado, han persistido los interrogantes sobre qué ha recibido Kim a cambio de suministrarle a Moscú misiles balísticos y los tan necesarios proyectiles de artillería.

Entre otras cosas, el conflicto le ha dado a Pionyang una oportunidad poco común de evaluar el rendimiento de sus misiles en un combate real y la capacidad potencial de perfeccionar su diseño.

Corea del Norte, aislada del resto del mundo debido a las sanciones internacionales, tiene una serie de necesidades ajenas al sector militar que Moscú también podría ayudar a satisfacer. Las autoridades surcoreanas han afirmado que Rusia, el mayor exportador de trigo del mundo, suministra alimento y materias primas, así como piezas para la fabricación de armas.

ESCRITO POR: