Florescencia

¿Criptomonedas en el futuro económico de Guatemala?

Las monedas digitales contribuyen a humanizar el dinero, al permitir a las personas más libertad para disponer de sus recursos.

Cada vez que estoy en Guatemala, tengo el privilegio de compartir con talentosos jóvenes guatemaltecos que en varios campos van a la vanguardia de la innovación. En el área de la moneda digital, día tras día conozco a más emprendedores cuyas iniciativas están basadas en criptomonedas. Lo único que necesitan para volar más alto es que el Estado quite los obstáculos burocráticos.


Les cuento que la misión de la moneda digital —criptomoneda— es descentralizar el control del dinero y las transacciones financieras, otorgando a las personas mayor poder sobre sus activos. Otra forma de transferir el poder del gobierno a las personas, fortaleciendo la democracia. Guatemala debe aprovechar esta herramienta moderna para transformar nuestra economía y potenciar la gran riqueza que nuestro país posee.


Si te preguntas ¿qué es la moneda digital?, no estás solo. La moneda digital o virtual es una forma de dinero que existe solo en internet. Utiliza técnicas de seguridad avanzadas para proteger las transacciones y controlar la creación de nuevas monedas. Logra su objetivo mediante la eliminación de intermediarios tradicionales, como los bancos y las autoridades gubernamentales: proporciona una forma segura, transparente y eficiente de transferir valor a nivel global.

El dinero digital ofrece una gran oportunidad a los bancos del país para pasar de la tradición a la innovación.

Un ejemplo es bitcóin, que permite enviar dinero a cualquier parte del mundo sin necesidad de un banco. Recordemos que el control del capital genera poder. Su uso cotidiano es viable: puedes convertir la moneda digital en efectivo, vendiéndola a través de un intercambio de criptomonedas, conocidos también como billeteras digitales, y retirando los fondos de tu cuenta bancaria, o usarla directamente mediante tarjetas de débito de criptomonedas que permiten realizar compras y retiros en cajeros automáticos. Puede llevar cierto tiempo familiarizarse con el uso y ventajas del criptodinero, pero hay que empezar.


Los beneficios de esta moneda digital en la vida diaria son cada vez mayores. En 2021, nuestro país vecino El Salvador adoptó bitcóin como moneda oficial, convirtiéndose en el primer país del mundo en hacerlo. A pesar de desafíos y críticas, El Salvador sigue promoviendo el uso del bitcóin. En 2022, otro país en el centro de África adoptó bitcóin como moneda oficial. Entidades importantes, como la empresa de software Microsoft, han comenzado a aceptar monedas digitales. ¡Porque saben que ese es el futuro!


En EE. UU. y el mundo, bancos y grandes negocios ya aceptan criptomonedas como forma de pago. Ofrece una gran oportunidad a las entidades financieras del país para pasar de la tradición a la innovación. La ola digital no se detiene, y quienes aún no estén en este barco de innovación seguirán varados en una isla que se hará cada vez más pequeña.
Guatemala debe abrir las puertas a la modernidad digital. La economía de los guatemaltecos podría estar más estable utilizando monedas que pueden ahorrar los gastos adicionales de las transacciones tradicionales. Un ejemplo claro es el envío de remesas: de enero a abril de 2024 se enviaron US$6,530 millones. Si estas remesas se hubieran enviado vía criptomonedas se pudieron haber ahorrado cerca de US$200 millones, usando un costo de envíos de 3% publicado por el mercado, aunque el costo real podría ser mucho más alto.


Aprendamos del pasado: de eso depende nuestro futuro. Ya hemos tenido acciones y omisiones que solo generan pobreza y atraso. Necesitamos, para dejarles a nuestros hijos un mejor futuro. Un futuro donde el #SueñoGuatemalteco se realice, a través de una economía diversificada. Queremos que nuestros hijos puedan dedicarse a trabajar en aquello que aman para vivir con calidad integral. Si queremos frenar la migración forzada necesitamos hacer de la innovación un hábito.

ESCRITO POR:

Marcos Andrés Antil

Emprendedor tecnológico, maya q’anjob’al y migrante guatemalteco. Impulsor de la educación y la transformación digital. Fundador y CEO de la compañía XumaK durante 18 años, con clientes en más de 25 países.