El 18 de diciembre del 2018, la Agencia Guatemalteca de Noticias (AGN), citando información de la Policía Nacional Civil (PNC), publicó que se habían incautado 34,130 kilos de cocaína en los primeros tres años de la administración del presidente Jimmy Morales. Anunciaba, además, que la cifra superaba lo incautado en las últimas dos administraciones: Álvaro Colom (2008-2012), con 14,728 kilos, y Otto Pérez Molina (2012-2015), con 17,955 kilos. Dos días después, el Diario de Centro América (DCA) publicó que en la administración de Morales se habían incautado hasta esa fecha 43,305 kilos. Las cifras en las administraciones anteriores se reportaron sin cambios. Para el 12 de enero de este año, AGN rectificaba y publicaba que la incautación 2016-2018 sumaba 43,307 kilos.
El dato de las 43.3 toneladas coincide con cifras que la PNC facilitó al Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien) y al Ministerio Público (MP). No obstante, aún es inexplicable la diferencia entre algunas cifras que suministran fuentes y órganos de divulgación oficial, que tampoco reflejan que el incremento en las incautaciones también obedece al incremento de la cantidad de droga traficada vía Guatemala hacia EE. UU.
En el 2009, la Oficina para el Control Internacional de Narcóticos (International Narcotics and Law Enforcement, o INL) del Departamento de Estado de los EE. UU., consideraba que Guatemala era punto de tránsito para unas 300 toneladas de cocaína al año. Para el 2018, el Departamento de Estado calculó que por el país se habían traficado mil 400 toneladas en el 2017. Es decir, la cantidad traficada subió más del 400% en los últimos ocho años, porque la producción de hoja de coca aumentó en Colombia, según un informe de la Casa Blanca del 2018. Esto significa que, si bien lo incautado en la administración actual supera las incautaciones de las dos administraciones anteriores juntas, lo decomisado por año —incluido 2018— no supera el 2% de la cocaína traficada por Guatemala.
Para diciembre pasado, varias fuentes de información oficial compartían la misma cifra de decomisos en kilos para todo 2018: 16.8 toneladas para mediados del mes, y 17.8 toneladas —17,897 kilos— para el 27 de diciembre. De esa cifra, solo en un día —el 17 de diciembre pasado—, según AGN, las autoridades guatemaltecas reportaron la incautación de 5.6 toneladas en aguas del Pacífico, que contribuyó a elevar los decomisos del año pasado. Pero hasta no hace mucho, había discrepancias sin esclarecer.
Cifras sin explicación
En noviembre del 2018, se solicitó al Ministerio de Gobernación (Mingob) las cifras de decomisos de kilos de cocaína por año por cada departamento del 2013 hasta octubre del 2018. La Unidad de Información Pública (UIP) del Mingob trasladó cifras de la PNC que indican que los decomisos de enero a octubre del 2018 sumaban 10,844 kilos, cuando el 4 de julio el Diario de Centro América publicó que para el 1 de julio se habían incautado 14,612 kilos de cocaína, citando a “una fuente oficial” que no identificó.
Se trataba de una nota acerca de una incautación voluminosa en aguas internacionales, que se realizó entre autoridades del Ministerio de la Defensa Nacional (Mindef) y la Guardia Costera de los EE. UU.
Para el 9 de julio, la AGN publicó que el Gobierno había incautado 14,826 kilos, y superado las cifras del 2017. La agencia cita al diario oficial y explica que este sustenta el dato en fuentes de los ministerios de Gobernación y Defensa. Se refería a la nota del 4 de julio del DCA, pero además sumaba a la cifra una incautación de 214 kilos en Zacapa del 5 de julio.
La pregunta del millón es por qué los medios de divulgación oficial tenían datos tan distintos a los de la PNC: una diferencia de 4,000 kilos. De hecho, la diferencia en realidad era mayor porque el 11 de enero pasado la PNC aclaró que por error ofreció una cifra equivocada de incautaciones entre enero y octubre, y el dato correcto era 8,279 kilos (no 10,844 kilos). Es decir, la diferencia entre los datos de PNC y el DCA en realidad era de 6,547 kilos.
La PNC incluso adjuntó esta explicación: “Se informa que el dato estadístico, por ser este centro de información, se basa en documentos y evidencias que han ingresado a la bodega de almacenamiento de drogas, por lo que todo está físicamente registrado con documentos y resguardo para procedimientos que establece la ley”. Entonces, ¿por qué el DCA anunciaba más cocaína incautada en julio de la que la PNC registraba para octubre?
Proceso de eliminación
El diario oficial no reveló, después de consultarle, cuál era la fuente oficial que cita en la nota de julio. El Mingob tampoco ofreció una respuesta al consultar a su oficina de prensa, pero el vocero del Mindef, coronel Óscar Pérez, señaló que ninguna fuente militar podría haber proporcionado la cifra de 14,612 kilos de cocaína —en julio pasado— al diario oficial porque las incautaciones que hacen las dependencias de ese ministerio se describen en paquetes y no en kilos. Luego, entregan esos paquetes a la PNC y al MP, que hace el conteo y determinan el total oficial en kilos. De esa cuenta, Pérez informó que el Mindef había incautado 23,333 paquetes hasta el 27 de noviembre del 2018.
Otra fuente gubernamental dijo, extraoficialmente, que la diferencia en las cifras podía radicar en las incautaciones de droga que se realizan en aguas internacionales, con ayuda de Guatemala, pero que no se registran como droga incautada en el país. Entonces, ¿por qué una “fuente oficial” divulgaría al DCA una cifra que incluye droga que no fue incautada en el país?
Por aparte, Pérez explicó que cuando se incauta droga en aguas guatemaltecas, es entregada a la PNC y al MP, que integran el dato a las estadísticas de decomisos nacionales. Cuando la incautación es producto de una operación combinada con EE. UU., o México, por ejemplo, porque ocurrió en aguas internacionales y es parte de un convenio internacional de cooperación, la droga incautada es responsabilidad de las autoridades del país que solicitó la cooperación de Guatemala.
Wálter Menchú, analista del Cien
“El problema en Gobernación y la PNC es que nunca se ha puesto atención al manejo adecuado de las estadísticas”.
En mayo pasado, hubo una operación de esta índole que acabó con la incautación de un buque de Tanzania, que tenía unas tres toneladas de cocaína a bordo, y cuya ubicación estuvo a cargo de la Guardia Costera de los EE. UU. Por ello, la droga confiscada quedó en su posesión y fue trasladada a territorio estadounidense.
Es posible que la “fuente oficial” que dio la información al DCA en julio sumó el decomiso del buque de Tanzania al total de decomisos de la PNC, pero la PNC no lo contabilizó porque la droga no se incautó en territorio o aguas de Guatemala. Sin embargo, eso tampoco explica la diferencia en las cifras. ¿Por qué? En mayo, la AGN publicó que en los primeros cinco meses del año, se habían incautado 5,748 kilos—una cifra similar a la que la PNC proporcionó al Cien. Pero si se suma a esa cifra las tres toneladas del buque de Tanzania, la cifra alcanza solo 8,748 kilos —que todavía distan de los 14,612 kilos que la “fuente oficial”— reveló al DCA en julio.
Pero además de haberse incautado 14,612 kilos para julio —según el DCA—, solo la incautación de 5,697 kilos del 17 de diciembre —registrada en aguas guatemaltecas, en el Pacífico— habría incrementado la cifra total del año a 20,309 kilos —de no haberse incautado nada más el resto del año—, y esa cifra sobrepasa lo que la PNC y el MP reportan como decomisados para fines de diciembre —17.8 toneladas—.
Inconsistencias
Un caso similar al del buque de Tanzania ocurrió con la incautación de 4.7 toneladas en noviembre pasado, como parte de una operación combinada con autoridades de varios países, incluida Colombia. Publicaciones de prensa revelan que la incautación ocurrió en “aguas guatemaltecas”. Autoridades locales hallaron la cocaína a bordo de dos embarcaciones semisumergibles, y capturaron a varias personas.
Las 4.7 toneladas tampoco aparecen contabilizadas en las cifras que la PNC envió al Cien para noviembre —mes que registra el decomiso de 3.2 toneladas—. Se presume que, dado que se trataba de una operación internacional de droga rastreada desde Sudamérica, su decomiso no se acreditó a Guatemala, ni la incautación se procesó en el país.
Como corolario, parte de la información pública que el Cien solicitó a la PNC vía la UIP del Mingob tampoco coincide con los datos que esa unidad suministró en noviembre pasado —para esta nota— respecto de los decomisos, aun después de solicitar un recurso de revisión. Tampoco coincide con los datos del 2017 ni 2018 que AGN publicó. Por ejemplo, la PNC reportó al Cien que en el 2017 se incautaron 13,781 kilos de cocaína —no los 13,659 que registra la AGN—. La PNC también reporta de enero a noviembre del 2018 el decomiso de 11,490 kilos, que también distan de los 14,612 que el DCA publicó que se habían incautado para julio del 2018.
En el Cien, un analista asegura que no hay personal idóneo para el manejo de datos en el Mingob. “El problema institucional en el Ministerio de Gobernación y en la Policía es que nunca se ha puesto la debida atención al manejo adecuado de las estadísticas como base para la toma de decisiones estratégicas y operativas”, dice Wálter Menchú, analista del Cien. “Eso lleva a que no existan verdaderos analistas de los datos que se recopilan, y a que las diferencias entre cifras cambien de un momento a otro”.
La analista y activista en temas de derechos humanos Iduvina Hernández afirma que dos elementos destacan en relación con la disparidad de cifras. Uno es que diversas entidades intervienen en el proceso de las incautaciones: la PNC, el Mindef y la oficina de la DEA en Guatemala. “Se produce un fenómeno similar al de las cifras de homicidios, en el que no coinciden los datos que tienen la PNC, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) y el MP”, señala Hernández, porque los manejan en distintas etapas del proceso penal.
“Entonces, usan el dato que más les conviene”, agrega la activista. “Y aquí está el segundo [elemento]: la estrategia estatal de plantear un fenómeno como un éxito. Las unidades de comunicación y relaciones públicas actúan para aprovechar algún dato que les permita mostrar un alcance relativamente alto e incluso, tengo la certeza, [plantean] falsedades— [el dato] se infla obviamente cuando usan la cifra más alta y, cuando no, mienten y de manera reiterada usando medias verdades o absolutas falsedades, y no sólo en el tema de las incautaciones”. La discrepancia en las cifras de incautación de cocaína en kilos, manejadas entre mayo y octubre, permanece sin explicación.
Discrepancias en EE. UU.
Una diferencia de cifras mayor a la descubierta en datos de fuentes oficiales de Guatemala se detectó en el Reporte Internacional de Estrategia para el Control de Narcóticos, del Departamento de Estado de los EE. UU., publicado en marzo del 2017. En la página 168, el reporte indica que en el 2016, en Guatemala se incautaron 18.5 toneladas métricas de cocaína. El dato contrasta, y en mucho, con el dato oficial suministrado por el Gobierno vía la Unidad de Información Pública (UIP) del Ministerio de Gobernación (Mingob) y la estatal AGN: 12.8 toneladas. Es decir, hay 5.7 toneladas —5,700 kilos— de diferencia.
El mismo informe del Departamento de Estado, pero de marzo del 2018, replica la discrepancia de cifras del 2016 y agrega una nueva en su página 171: la incautación de 16 toneladas de cocaína en Guatemala en los primeros 10 meses del 2017, cuando la cifra oficial que el Mingob anunció para todo el año fue de 13.6 toneladas —o 13,659 kilos—. Hay 2,341 kilos de diferencia.
En años anteriores también aparecen diferencias alarmantes. El reporte de 2016 del Departamento de Estado registra el decomiso de 7.25 toneladas métricas —o 7,250 kilos— de cocaína para los primeros nueve meses del 2015, cuando la UIP reporta la incautación en todo el año de 6,175 kilos, es decir, 1,075 kilos menos de los que el reporte de EE. UU. le endilga a Guatemala.
Se consultó a la oficina de prensa de la Embajada de los EE. UU. respecto de la diferencia en las cifras, y un portavoz de esa misión diplomática explicó que las autoridades guatemaltecas suministran las cifras para ese reporte.
“La Oficina para el Control Internacional de Narcóticos (INL, por sus siglas en inglés) obtiene las estadísticas para el Reporte Internacional de Estrategia para el Control de Narcóticos de una variedad de fuentes entre las autoridades que, hasta donde nosotros sabemos, reflejan con precisión las cantidades incautadas para el país en cuestión”, dijo el portavoz. “Para preguntas acerca de las cifras de incautación que ofrece el Gobierno de Guatemala, consulte al Gobierno de Guatemala”.
Entonces, se consultó al Mingob, por medio de su oficina de prensa, respecto de la diferencia entre las cifras de incautación que el gobierno divulga y las que publica el informe del Departamento de Estado. Se les suministró el enlace de al menos un informe y el número de página donde está la información. Sin embargo, después de 10 días de espera, y hasta la publicación de esta nota, ningún funcionario había ofrecido una respuesta al respecto.
Dado que el reporte de marzo del 2017 cita información del 2016, ésta debió ser suministrada al menos en enero del 2017, en la administración del ministro de Gobernación Francisco Rivas, al cumplirse el primer año de la gestión del mandatario Jimmy Morales. Las cifras de enero a octubre del 2017, en el reporte de marzo del 2018, también se generaron durante la administración de Rivas, antes que el actual ministro, Enrique Degenhart, lo sustituyera a finales de enero pasado.
Se consultó a Ludín Godínez, asesor del despacho de Rivas en temas de datos, respecto de la diferencia en las cifras que publicó el Departamento de Estado, pero señaló que no tiene registros de los datos publicados en esos informes. Agregó que algunos datos se trasladaban al embajador consejero, en la Embajada de Guatemala en los EE. UU., José Gabriel Lambour Peñalonzo —quien ocupó el cargo en septiembre del 2017—, y a quien se contactó por correo electrónico, pero no respondió la consulta.
Godínez dijo que los datos oficiales siempre los manejan la PNC y el Quinto Viceministerio del Mingob, que administra lo pertinente al tema antinarcótico. El exfuncionario agregó que EE. UU. también recibía reportes de la oficina de la DEA en Guatemala. No obstante, el vocero de la Embajada de EE. UU. en Guatemala dijo que las cifras en los reportes del Departamento de Estado habían salido del Gobierno de Guatemala. Eso aplica los informes generados por la administración de Pérez Molina en su último año (2015) y a los generados por la actual administración del presidente Jimmy Morales, en el 2016 y el 2017. Sin embargo, nadie ofreció explicaciones para la discrepancia en las cifras.