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“El movimiento fue fuerte, sacudió todo”: el relato de una guatemalteca tras el terremoto en Taiwán
La guatemalteca Samantha Catún relató cómo vivió el impacto del terremoto en Taiwán, en donde vive desde hace casi tres años. "Tiembla seguido, pero a este nivel no es común", destacó.
Un edificio casi por desplomarse después de un terremoto de magnitud 7,4 en Hualien, Taiwán, el 03 de abril de 2024. (EFE/ The Central News Agency)
En medio de las réplicas tras el terremoto en Taiwán, Samantha Catún, una guatemalteca residente en el país asiático, compartió su experiencia y vía telefónica relató a Prensa Libre y Guatevisión lo que vivió durante el seísmo y la respuesta posterior a la emergencia.
“El movimiento fue fuerte, sacudió todo”, recordó sobre los primeros instantes en que percibió que el suelo se movía. Al principio creía que se trataba del movimiento de los camiones de Walsin Energy, la empresa manufacturera en la que trabaja, pero luego se percató de que se trataba del terremoto.
El epicentro del terremoto, de magnitud 7.2, se localizó en la costa este de la isla, en una región montañosa y de ciudades más pequeñas. Justo en esa zona se encuentra la provincia de Hualien, la más afectada y a solo 25 kilómetros del punto en que se originó el terremoto.
El impacto se sintió fuertemente en áreas como Taipei, justo en la capital de Taiwán donde Samantha reside, aunque allí los daños fueron menores.
La guatemalteca vive a unos 200 kilómetros del epicentro, pero percibió claramente el fuerte temblor en la ciudad, hasta la parte norte, donde incluso los edificios y el metro se vieron afectados.
Según relató, cuando la isla se sacudió por primera vez apenas comenzaba la jornada laboral. Su reacción más inmediata junto a otros 30 de sus compañeros, fue permanecer dentro de un salón. Rápidamente se colocaron por debajo de sus escritorios para intentar protegerse, mientras se terminaban de remecer las paredes de la fábrica.
"Ante el terremoto, mi primera reacción fue aplicar lo que aprendí en Guatemala, donde estamos familiarizados con los temblores. Decidí esperar, con la esperanza de que el movimiento se calmara; sin embargo, al intensificarse, tomamos la decisión de refugiarnos debajo de los escritorios para resguardarnos", recordó Samantha.
Después del sismo, se cortaron las vías de comunicación en la capital, tal como lo detalló: "En el metro, por ejemplo, o en algunos pasos a desnivel, sí se movió todo". Con esta afirmación, Samantha describió que el movimiento fue tan intenso que afectó la infraestructura del transporte.
"Yo estaba en el trabajo cuando ocurrió el terremoto, pero cuando regresé a mi casa en la tarde, y vi que se cayeron muebles y que mis cosas estaban desordenadas, entonces noté que sí, sí fue bastante fuerte —el terremoto—", describió la guatemalteca.
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Mientras que en las zonas más afectadas el caos era evidente, en las ciudades la calma prevalecía. Samantha destacó cómo el gobierno taiwanés mantuvo una comunicación constante hacia la población, brindando comunicados sobre las réplicas y medidas de seguridad.
La reacción de la comunidad ante la tragedia ha variado, entre la tranquilidad en la urbe, pero siempre en solidaridad con los afectados en la zona costera que resultó más impactada.
"La movilización de equipos de rescate y la coordinación de la respuesta fueron eficientes, aunque hubo víctimas atrapadas en edificios derrumbados y personas que quedaron varadas en las montañas", relató Samantha.
Además, se experimentaron interrupciones en los servicios básicos como la luz, pero fueron temporales. "Se fue la luz un poco menos de una hora tal vez, pero la restauraron bastante rápido." Aunque hubo cierta irregularidad en el servicio de internet y la red telefónica hasta mediodía, "seguía funcionando, o sea, no fue como que se cortó".
Este aspecto resultó crucial para mantener la comunicación con amigos y familiares durante la crisis. Samantha relató que así cómo pudo contactar a su hermano, quien también vive en ese país, para asegurarse de que estuviera bien.
También destacó la eficacia de la respuesta en Taiwán para mantener los sistemas de comunicación en momentos de emergencia.
Restablecidos las telecomunicaciones fue entonces cuando se apresuró a contactar a su familia en Guatemala, anticipándose a que pudieran sorprenderse ante la magnitud del terremoto en las noticias. "Sí, sí, también para mandarles ahí un mensaje de que, pues, todo estábamos bien", describió.
Además otro aspecto que notó fue que se activaron alertas de tsunami para las áreas cercanas a la costa, extendiéndose hasta Taiwán, Filipinas y Japón. Esta medida de precaución, según la guatemalteca, le demostró la rapidez y la efectividad del sistema de alerta temprana ante eventos sísmicos de gran magnitud.
En cuanto a lo que hizo tras el terremoto, la entrevistada explicó que a pesar de las réplicas continuas, se retomó la jornada laboral una vez que estas disminuyeron en intensidad.
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Aunque se mantuvo en su lugar de trabajo, supo que otros lugares suspendieron sus actividades, como la escuela de chino a la que asiste su hermano, quien también resultó ileso.
Las réplicas desde el terremoto han sido considerables, entre magnitudes de 5 y 6.5, por lo que la alerta sigue, explicó. A mediodía del miércoles 3 de abril en Taiwán, cuatro horas después del terremoto, se habían registrado al menos 58 réplicas, dos de una magnitud mayor a 6.
"Después ya fueron como de magnitud 4 o 3, ya estaban un poco menos fuertes, entonces retomamos ya la jornada laboral en mi empresa", relató.
Para hacer una relación con Guatemala, Samantha dijo que la provincia de Hualien podría asemejarse a Petén, donde hay una población también significativa, pero su entorno es más boscoso.
Samantha también reflexionó sobre la actividad sísmica en Taiwán y su comparación con Guatemala, y mencionó que este terremoto fue el más fuerte que ha experimentado en sus casi tres años de residir en el país asiático, y lo que había experimentado en su país natal.
A pesar de que se trata de dos naciones altamente sísmicas, este terremoto ha sido un evento de alto impacto para los taiwaneses al tratarse del seísmo más fuerte que sufre la isla desde hace 25 años. Así lo describió: "Ha sido algo bastante fuerte para los taiwaneses. […] sí tiembla seguido, como en Guatemala, pero a este nivel no es no es común".
"En las ciudades la gente está un poco más tranquila, ahí el gobierno ha estado comunicado de que pueden haber réplicas dentro de los próximos cuatro días", agregó.
De igual manera, indicó que en toda la isla se sigue de cerca las noticias de lo que ocurre en la zona afectada. En la página de los bomberos se han ido publicando actualizaciones sobre cuántas personas han sido rescatadas o los que pudieron quedar atrapadas en edificios que se cayeron.
"También hay gente que, como era una parte montañosa, que hace senderismo de ese lado cerca del epicentro, hay gente que se quedó atrapada, gente que se murió en esas partes porque, pues, se cayeron rocas y todo", describió.
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