pluma invitada

Menos relaciones públicas y más acciones

El país ya está colapsado y los guatemaltecos estamos cansados de escuchar promesas y no ver acciones.

A 45 días de haber tomado posesión, el nuevo gobierno parece tener sus prioridades equivocadas. En campaña, Semilla hizo grandes promesas  de cambio y se jactaba de tener cuadros técnicos, preparados académicamente y con amplio conocimiento para proponer soluciones de fondo a los problemas que enfrenta Guatemala. Desde el inicio tuvo problemas para conformar el gabinete, a pesar de haber tenido meses para prepararse durante la transición. Presentó un plan de gobierno escueto, que parece una compilación de promesas de campaña y no una hoja de ruta para la acción. Además ha evidenciado   desconocimiento  del Estado para realizar los nombramientos en posiciones clave. Por supuesto, no hemos dejado de ver el fenómeno de cada cuatro años, echar  la culpa al gobierno anterior, para, por lo menos durante un tiempo,   lavarse las manos por la incompetencia en la gestión.

El reloj con la cuenta regresiva para este gobierno empezó a correr desde el 15 de enero.

En las próximas semanas empezaremos a escuchar las clásicas excusas: “No hay presupuesto“, “hay camisas de fuerza que no nos permiten actuar”, “la situación es más compleja de lo que esperábamos”… Por el otro lado, habrá un gran cacareo de las cosas insignificantes que se logren, con el afán de demostrar que hay algún tipo de acción. Pareciera que ya hay algún guion escrito para los nuevos mandatarios que se utiliza con recurrencia para retrasar lo inevitable, la evidencia de la completa incapacidad para gobernar. Con este antecedente expuesto, no quiero parecer negativo, sino, por el contrario, quiero sacarlo a la luz para evitar que la historia se repita. Guatemala ya presenta rezagos impresionantes, cada vez somos menos competitivos. Basta visitar países de la región para darnos cuenta de que no podemos permitirnos quedarnos estáticos. Es momento de realmente exigirles a nuestras nuevas autoridades que actúen. Para Guatemala, quedarnos como estamos hoy ya representa un retroceso. Es hora de actuar y de moverse a pasos agigantados para lograr seguir en la contienda. Si no lo hacemos, el resto de países de la región aprovecharán las oportunidades y Guatemala no tendrá el desarrollo que todos anhelamos.

El reloj con la cuenta regresiva para este gobierno empezó a correr desde el 15 de enero, y cada minuto cuenta si queremos hacer cambios que tengan un verdadero impacto. Con ello no me refiero a impulsar acciones populistas o promover acuerdos absurdos para pagar favores políticos; me refiero a promover aquellos temas que sí beneficien a todos los guatemaltecos.  Estoy seguro de que muchos  coincidimos en que atender el problema de infraestructura debe ser primordial para este gobierno. Es claramente urgente que se invierta en carreteras, puertos y aeropuertos. No podemos seguir con la misma infraestructura de hace 50 años porque solamente eso, sin agregar ningún otro factor,  nos limita el crecimiento como país.

Recientemente, el presidente Arévalo anunció una serie de inversiones en infraestructura, incluyendo una  de Q7.8 mil millones en un sistema metropolitano de transporte y la elaboración de un plan maestro para la movilidad, entre otros proyectos. También indicó que no solo invertirán en las grandes carreteras, sino  en 1,820 kilómetros mejorados en carreteras secundarias y 1,500 kilómetros nuevos y mejorados en carreteras rurales. El país ya está colapsado y los guatemaltecos  estamos cansados de escuchar promesas y no ver acciones. Las autoridades deben  entender que ya no están en campaña, que ahora están sentadas en las sillas para actuar. El presidente Arévalo frecuentemente menciona en sus discursos esta frase: “Guatemala tiene un futuro brillante. Sabemos lo que hay que hacer para desarrollar este país. Tenemos una oportunidad de oro para hacer cosas distintas”. 

Esperemos entonces, queridos guatemaltecos, que este gobierno ya pase del discurso a la acción. No hay tiempo para perder en giras de relaciones públicas por Europa, en generar el listado de excusas, o en la búsqueda de trapos sucios de gestiones anteriores para sacar al sol. Mejor enfóquense en el futuro y en trabajar por lo que realmente necesita Guatemala.

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