Edgardo Hernández Zamora se declaró culpable el 8 de junio de 2023 de cargos criminales relacionados con retener a varios extranjeros en contra de su voluntad y amenazar con hacerles daño si sus familiares no pagaban para liberarlos.
El mexicano fue condenado a pasar el resto de su vida en la cárcel por los hechos ocurridos el 13 de febrero de 2023 cuando las autoridades realizaron una redada en una casa en la fronteriza ciudad de Laredo, en Texas.
La policía llegó al lugar después de recibir información de que en la residencia se encontraban extranjeros retenidos.
Durante la investigación, las autoridades escucharon fuertes golpes provenientes de una ventana dentro de la casa y observaron a hombres llorando y gritando en español “nos están secuestrando”, detalló el DOJ en un comunicado.
Las autoridades determinaron que varios migrantes estaban detenidos contra su voluntad mientras Hernández Zamora presionaba a sus familiares para un rescate.
El mexicano amenazó con causarles daño físico y con que no volverían a ver a sus familias si no cumplían. Uno de los familiares erogó US$3 mil 500 como pago parcial del rescate exigido.
Hernández Zamora fue detenido junto a Adrián Ramírez, de 20 años, y Adrián Ramírez-Vásquez, de 39, ambos de México, que también se declararon culpables de su implicación en esta trama delictiva y fueron condenados a 48 y 60 meses de prisión, respectivamente.
Los dos cómplices de Zamora serán puestos en proceso de deportación luego de cumplir sus penas de prisión.
Un caso de guatemalteco
El Minex confirmó el año pasado que un grupo de migrantes de diversas nacionalidades fue rescatado por fuerzas de seguridad de Ciudad Juárez, Chihuahua, México tras haber sido secuestradas de un hotel de esa localidad.
El plagio de los migrantes ocurrió el pasado 23 de agosto a eso de las 19 horas en un hotel de Ciudad Juárez. Unos seis hombres armados, en dos vehículos agrícolas, llegaron al hotel San Miguel, ubicado entre las calles Sierra Mojada y la avenida Tecnológico de Ciudad Juárez, ingresaron y tomaron por la fuerza a los migrantes.
El comando armado, según contó el encargado del hotel a las autoridades mexicanas, ingresó por la fuerza, destruyó el sistema de videovigilancia, buscó a los migrantes, a quienes posteriormente los sacaron con lujo de fuerza, los introdujeron en los vehículos y se los llevaron con rumbo desconocido.
En un principio medios mexicanos habían informado que se trataba de personas originarias de Ecuador y Guatemala, sin embargo, más adelante confirmaron que también había ciudadanos colombianos y venezolanos entre las víctimas.