“Dirigir este alto Organismo ha sido para mí un gran honor y por tal motivo, quiero agradecer y expresar mis más sinceras muestras de gratitud, primero al Altísimo, al Dios todopoderoso, por darme la oportunidad de servir a mi nación”, inició su alocución confesando que “no fue fácil pero que en medio de las dificultades, siempre vio “la mano poderosa de nuestro creador”.
Además, hizo un llamado al pueblo y “principalmente al pueblo de fe” a doblar rodillas, a clamar y bendecir a la nación. Asimismo, pidió bendecir y respetar a las autoridades, asegurando “que es un deber hacerlo”.
Aseguró que Dios permitió la unidad entre los parlamentarios para que lograr los resultados logrado y exhortó a sus colegas de la décima legislatura “a confiar principalmente en nuestro Creador y con temor, hacer lo correcto, aunque a veces no sean reconocidos por los demás”.
En deuda con el pueblo
En una parte de su mensaje de despedida, reconoció estar en deuda con el pueblo, asegurando que aún falta mucho por hacer.
En esta parte, también incluyó puntos de fe, indicando que “se necesita que el pueblo de fe ejerza esa fe y confianza en el Creador para transformar nuestra nación”.
“No ha sido fácil”
“Nos ha tocado legislar y cumplir con nuestras funciones constitucionales en tiempo de pandemia, desastres naturales y por qué no decirlo, en una coyuntura compleja, inédita y atípica en la cual nuestra guía siempre se basó por nuestro fuerte amor por la patria”, agregó la funcionaria asegurando que “los consensos e intereses nacionales fueron la brújula de la novena legislatura”.
128 decretos aprobados
Rivera detalló que la legislatura saliente aprobó 128 decretos “que ahora forman parte de nuestro marco jurídico”.
A los legisladores que no continuarán en la legislatura 2024-2028 les aseguró que cuentan con su amistad verdadera y “con quienes tendrá el honor de integrar la próxima legislatura” reiteró “su total compromiso por continuar con la misma convicción de fortalecer y cumplir con las funciones constitucionales construyendo puentes y consensos necesarios para una vida en democracia”.
Agradeció a las autoridades gubernamentales, estatales, poderes locales y sociedad en conjunto por el acompañamiento y aseveró que “el rol que jugará este Organismo de Estado será vital para la gobernabilidad”.
Además, se comprometió desde sus funciones como diputada, a seguir respetando el clamor del pueblo soberano, el estado de Derecho y la vida en democracia.
Final
La diputada se despidió de la novena legislatura “declarando y entregando las sillas de Gobierno al dueño y señor de Guatemala, al rey de reyes y señor de señores”, a quien elevó su clamor “para que tome el control de Guatemala”. “No perdamos la fe, si tenemos fe, Dios mueve montañas”, concluyó.
