En base a los niveles de agua en el Lago Gatún actuales proyectados, la Autoridad del Canal de Panamá se ha visto obligada a reducir el número y el calado de las embarcaciones que pueden navegar por la vía acuática, señaló Maersk.
“Los buques que usaban hasta ahora el Canal de Panamá a partir de ahora omitirán el Canal de Panamá y usarán un ‘puente de tierra’ que emplea el ferrocarril para transportar cargamentos a lo largo de los 80 kilómetros que hay hasta el otro lado de Panamá”, informó la nota.
Esto implica que la ruta entre Oceanía y las Américas quedará divida ahora en dos “bucles”, uno Atlántico y uno Pacífico.
Las embarcaciones que se hallan en el Pacífico atracarán en Balboa (Panamá), donde dejarán su cargamento con destino a la costa oeste de América del Norte o América Latina y recogerán contenedores con destino a Australia y Nueva Zelanda.
Al mismo tiempo, los buques del Atlántico realizarán la operación inversa en Manzanillo (Panamá).
Maersk aseguró a sus clientes que está haciendo “lo máximo posible para evitar que los retrasos se limiten al mínimo posible” y admitió que en estos momentos existen “algunos retrasos” en las rutas que se dirigen al sur del continente americano, mientras que las rutas hacia el norte que paran en Filadelfia y Charleston están funcionando con normalidad.