O’Connor, que adquirió gran fama con su canción “Nothing compares 2 U”, en 1990, fue encontrada inconsciente por la policía el 26 de julio en su casa en el sureste de Londres.
En un comunicado, el tribunal de Southwark, al sur de Londres, encargado de la investigación sobre la muerte de la cantante, confirmó que “la señora O’Connor falleció por causas naturales”.
Su muerte provocó una avalancha de homenajes en Irlanda y en todo el mundo.
La cantante fue enterrada cerca de Dublín, luego de una procesión fúnebre frente al paseo marítimo de Bray, una pequeña ciudad al sur de la capital, donde vivió durante 15 años.
O’Connor, que en 2018 anunció su conversión al islam, dio que hablar también por una serie de polémicas.
La artista contó que fue maltratada por su madre durante su infancia, y criticó enérgicamente a la Iglesia católica, a la que acusaba de no haber protegido a los niños víctimas de abusos sexuales por parte de religiosos.
En 1992, rompió ante una televisión norteamericana un retrato del papa Juan Pablo II.
Siete años después, protagonizó otra polémica cuando una iglesia irlandesa disidente la ordenó sacerdotisa.
La cantante fue desapareciendo después poco a poco de la actualidad, aunque en 2005 regresó con su álbum de reggae “Throw Down Your Arms”, tras haber vivido un período en Jamaica y haberse acercado a las creencias rastafaris.
En los últimos años se mostró activa en redes sociales, amenazando a sus antiguos socios con llevarlos ante la justicia, y hablando de sus problemas de salud física y mental e incluso de sus pensamientos suicidas.
Según sus agentes, antes de morir estaba terminando un nuevo álbum, preparaba una gira y planeaba llevar a las pantallas su autobiografía, “Rememberings”, un libro publicado en 2021.
Pocos días antes de su muerte, la cantante dublinesa había publicado un mensaje en su cuenta de Facebook para informar de que se había mudado a Londres y estaba acabando un álbum para publicarlo este año.
El tribunal de Southwark ya explicó el pasado julio que llevaría a cabo una autopsia para determinar las causas del fallecimiento, después de que la Policía metropolitana (MET) avanzó entonces que no se consideraba “sospechosa”. EFE