Escenario

Cuándo es el día de los inocentes en Guatemala

El Día de los Santos Inocentes es un popularizado festejo que tiene raíces cristianas.

Los Santos Inocentes

Cuadro "La Masacre de los Inocentes" del pintor flamenco Peter Paul Rubens. (Foto Prensa Libre: EFE)

Una de las celebraciones más típicas en los días de Navidad es la que se celebra el día 28 de diciembre: la fiesta de los Santos Inocentes. Curiosa tradición que parte de un suceso que se produjo hace veinte siglos, cuando Herodes mandó matar a los niños que tenían dos años o menos y habían nacido en Belén.

La tradición lo recuerda, pero las bromas, con el transcurrir de los años, son las que marcan esta jornada navideña. He aquí la historia.

Cuenta la tradición que, en tiempos de Herodes como gobernador de Israel, llegaron hasta la ciudad santa de Jerusalén los conocidos como Reyes Magos preguntando a sus gentes el lugar en el que había nacido el futuro rey de Israel, pues habían visto aparecer una estrella que les iba guiando. Según se dice, los Magos que procedían de Oriente recordaban la profecía del Antiguo Testamento que decía (Números 24,17): “Cuando aparezca una nueva estrella en Israel, es que habrá nacido un nuevo rey que reinará sobre todas las naciones”.

La noticia se expandió por toda la urbe y el Rey Herodes se sintió terriblemente amenazado. Según la tradición, el romano era un hombre que gustaba de tener tan aferrado el poder que ya había asesinado a dos de sus esposas y a varios de sus hijos, por temor a que lo reemplazaran. Por lo tanto, y ante los acontecimientos, alguien que pretendía buscar al futuro rey del país que gobernaba le hizo ponerse en alerta y no lo dudó.

El peso de los profetas

Reunió a los sabios de Israel, a los sumos sacerdotes y a los escribas, y les preguntó qué existía en las escrituras judías al respecto sobre el lugar de nacimiento del Mesías. Los expertos le citaron al profeta Miqueas (que vivió entre los siglos IX y VIII a JC) que había vaticinado: “Y tú Belén, tierra de Judá, no eres ciertamente la menor entre las principales de Judá, porque de ti es de donde ha de salir el caudillo de mi pueblo de Israel”.

Herodes, ante estas informaciones y temeroso de que alguien pudiera echarle de su puesto como gobernante, solicitó a los Magos de Oriente que cuando encontraran el lugar donde se encontraba el Mesías le informaran.

Según el evangelio, los Magos recibieron un aviso divino para que no volvieran a la ciudad santa y, entonces, en venganza, Herodes ordenó a sus tropas que dieran muerte a todos los niños menores de dos años que vivieran en la ciudad de Belén y sus alrededores.

En cuanto a la Santa Familia, aconteció que un ángel llegó la noche anterior y avisó a José para que marchara huyendo hacia Egipto y así, cuando llegaron los asesinos, ya no pudieron encontrar al Niño que buscaban para darle muerte.

No se sabe a ciencia cierta cuántos fueron los menores asesinados, pero la tradición establece que fueron alrededor de 30 niños de menos de dos años los que murieron a manos de los soldados romanos ese día y se convirtieron, de esta manera, en los primeros mártires del cristianismo. Y se cumplió entonces lo que había vaticinado el profeta Jeremías:

Una voz se oyó en Ramá/
llanto y lamento grande/
es Raquel que llora por sus hijos/
y no admite consuelo, porque ya no existen.

La Iglesia de Oriente los conoce simplemente como “los Santos Niños” y se veneran como santos ya que no sólo murieron por Jesús, sino en lugar de él.

Esta fiesta se ha celebrado en la Iglesia desde el siglo V. San Agustín hablaba de ellos como “capullos destrozados por la tormenta de la persecución en el momento en que se abrían a la vida”.

El día de los inocentes en Guatemala

La celebración del 28 de diciembre -con bromas-, del Día de los Santos Inocentes, es la tradición occidental pagana más antigua que tuvo su auge entre las décadas de 1930 y 1960.

Se originó a partir de la matanza de niños menores de dos años -que Herodes el grande ordenó -, cuando no tuvo respuesta de los Reyes Magos de dónde encontrar al “Rey” que había nacido y que lo destronaría. Este suceso se convirtió en Europa, como la excusa para dar paso a una tradición, no muy grata para todos, que consiste en hacerle una broma o travesura a alguien conocido y al final decirle “por inocente”.

De acuerdo con una publicación en de Prensa Libre, de diciembre de 2000, esa celebración fue antecedida por la costumbre de intercambiar obsequios, promovida por un grupo de monjes, según el entonces historiador Celso Lara, fallecido en agosto de 2019.

Según esa publicación, el entonces sacerdote de la Iglesia San Miguel de Capuchinas, Rolando Samayoa, explicó que la forma en que la Iglesia Católica recuerda esa matanza es celebrándola con todas las características de una fiesta litúrgica.

“Porque la sangre y martirio de esos niños fueron el testimonio de la presencia del Mesías en la Tierra; su muerte sirve como recordatorio para que los hombres y mujeres de hoy, sean valientes y lleven una vida honesta”.

Respecto a la manera popular en que se celebra, el sacerdote Samayoa señaló que lo importante es no hacer bromas que ofendan para que fomenten la fraternidad y la alegría.

Pero no cabe la menor duda el día de los Santos Inocentes se encuentra dentro de los grandes “procesos de adivinación” y se celebra con bromas porque hay que “tomar de una manera jocosa el período que está por terminar“, dijo Lara.

“Esta fecha está llena de riqueza cultural y recuerda la masacre de infantes, con el fin de deshacerse de Jesús de Nazaret, por miedo a que Él ocupara el trono de Herodes (73 a. C. -4 d. C.)”, expuso el historiador Osberto Gómez en una publicación de Prensa Libre en diciembre de 2012.

“En Guatemala la práctica llegó con la Orden de los Dominicos hace más de 500 años. Se dice que el primer lugar que visitaron los misioneros fue Parramos, Chimaltenango, por lo que los vecinos de este municipio celebran su fiesta patronal ese día”, agregó el historiador.

Las bromas se popularizaron en 1871, durante el gobierno liberal de Justo Rufino Barrios, acotó Gómez.

En esa misma publicación, el Cronista de la Ciudad, Miguel Álvarez, dijo que, entre las picardías más comunes que se hacían en el país a mediados del siglo XIX, estaban los falsos regalos. Al ser una fecha cercana a la Navidad, las personas acostumbraban a introducir piedras en empaques de artículos costosos, en cuyo interior aparecía un papelito que decía “por inocente”.

Otra broma recurrente era invitar a amigos o familiares a comer buñuelos, en cuyo centro se les agregaba algodón forrado con la masa, lo que le daba una consistencia chiclosa, añadió Álvarez.

Bromas de bromas en Guatemala

Según publicaciones de este matutino, el diario El Imparcial también hacía inocentadas. En una ocasión publicó que trasladarían la Torre del Reformador al Campo de Marte, porque interrumpía el paso de los aviones.

“Ese periódico también difundió que cambiarían de lugar el Lago de Amatitlán, y la gente se lo creyó”, añadió Álvarez.

Gómez contó que una de las bromas que trascendió en la década de 1970 versaba sobre la historia de un niño que siempre les decía a sus padres que había sido secuestrado. Un 28 de diciembre, en realidad, así fue. Los progenitores no creyeron la mentira, hasta el segundo día que no apareció.

Hace más de tres décadas una radio de Zacapa transmitió la noticia de que en ese día los rayos de sol causarían graves daños a la salud y pidieron que la gente fuera excesivamente cuidadosa de ellos. El impacto fue tal que las personas lucían el 28 de diciembre gorros, sombrillas, lentes y ropa de manga larga, hasta el final de la tarde, cuando la emisora dijo que la noticia era una broma más “por inocente”.