Dicha cifra no podrá superarse, ya que Guatemala no cuenta con más dosis contra el coronavirus. El último cargamento del biológico que ingresó y del que se tiene reporte oficial fue en diciembre del 2022, se recibieron 590 mil 400 dosis, y fue una donación.
Precisamente las donaciones permitieron llevar el biológico a la población, pues el 44.73% de las dosis que ingresaron al país fue gracias a la comunidad internacional. Mientras que el 55% fue comprado por el gobierno guatemalteco a través del mecanismo Covax y a Rusia, a este último se le pagó por adelantado 8 millones de dosis.
Se tuvo vacuna suficiente para proteger a toda la población contra el covid-19, sin embargo, se vencieron 7.7 millones de dosis, seis de cada diez fueron Sputnik V, las cuales permanecieron en bodegas del Centro Nacional de Biológicos, debido a que el Ministerio Público (MP) las pidió como anticipo de prueba, pues está en investigación la compra del biológico a los rusos.
El ente investigador informó que dicha audiencia se llevaría a cabo el pasado 17 de noviembre, pero al ser consultado el MP sobre si esta se realizó no se atendió la solicitud.
Para la adquisición de las vacunas rusas el Ministerio de Salud no tomó la recomendación del Consejo Nacional de Prácticas en Inmunizaciones (Conapi) de comprar dosis de Pfizer, Moderna y AstraZeneca, y por el contrario negoció las Sputnik V, que hasta la fecha no tienen el aval de la OMS para su uso de emergencia, según Laboratorio de Datos ha evidenciado en varios informes.
Desigual
De acuerdo con el documento Participación de actores son gubernamentales en la vacunación contra el covid-19 en Guatemala elaborado por Laboratorios de Datos y Oxfam, entre febrero del 2021 y el 31 de diciembre del 2022 en el país funcionaron mil 524 puestos de vacunación, pero estos se distribuyeron de manera desigual ya que se enfocaron en la capital y en las áreas urbanas, dejando al margen a la población rural.
Eso no solo limitó ampliar la cobertura, en otro análisis de Laboratorio de Datos se menciona que el modelo de vacunación que se aplicó no fue funcional a nivel comunitario, pues se esperaba que las personas se acercarán a los puntos a recibir las dosis, sin embargo, estos espacios estaban retirados de las viviendas y llegar representaba un esfuerzo mayor tanto físico como financiero. Además de que el registro se debía hacer en línea, y en el área rural la conectividad es limitada, principalmente para los adultos mayores.
Si bien, el Ministerio de Salud implementó brigadas de vacunación para intentar alcanzar a las comunidades, fue un esfuerzo que llegó “tarde” y el personal debió enfrentarse a población que se resistió a recibir las dosis, y una de las razones fue la desinformación.
La desigualdad en la cobertura de vacunación contra el covid-19 queda evidenciada en los números. Mientras que en el municipio de Guatemala un millón 275 mil 449 personas tiene el esquema completo, en San Lorenzo, Suchitepéquez, solo el 612 persona tiene las dos dosis.
Si se habla de grupos por rango de edad, la población más alcanzada fue la comprendida entre los 60 y 69 años, aunque solo el 68.46% tiene las dos vacunas, pero en el otro extremo están los niños entre los 6 y 11 años, ya que solo se alcanzó al 19.19%.
El tablero de vacunación del Ministerio de Salud también reporta que el 44.46% de las dosis que se aplicaron en Guatemala fueron Moderna, el 22.81% AstraZeneca, el 17.6% fueron Pfizer y el 15.13% corresponden a Sputnik V, cuando la existencia de estas fue mayor.
Teniendo en consideración que no se ha logrado avanzar en la vacunación contra el covid-19, Óscar Chávez, de Laboratorio de Datos, menciona que para los próximos años debe fortalecerse el programa ampliado de inmunización, pues no solo no se logró la cobertura contra el coronavirus sino también disminuyó el alcance de las otras dosis (infantiles), además de incluir de manera permanente la vacunación de adultos.
Mientras que con relación a la adquisición del biológico dice que será importante contar con vacunas bivalentes para proteger contra las últimas variantes que han aparecido de covid-19, pero también se deben tener dosis para niños, pues la vacunación de menores de 18 años fue una de las más rezagadas.
“La estrategia de vacunación que se planteó a inicio del 2021 era para una campaña muy directa a nivel nacional, muy agresiva para lograr cubrir a toda la población, ahora se tendría que trabajar un plan más permanente a mediano y largo plazo”, agrega.
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Presupuesto para vacunas
De acuerdo con Laboratorio de Datos, el Estado contó con fondos para atender la pandemia, pues en el 2020 la Administración Central tuvo Q12.4 millones. El monto se redujo considerablemente al año siguiente, al destinar Q5.1 millones; en el 2022 los recursos llegaron al Q1.9 millones.
Para la adquisición de vacunas en el 2021 se dispuso de Q1 mil 500 millones, el año pasado se contaba con más de Q1 mil millones. Mientras que en 2023, en el presupuesto del Ministerio de Salud se tenía una asignación de Q110.4 millones, según el Sistema de Contabilidad Integrada (Sicoin), aunque no hubo compra del biológico la cartera ha explicado que dichos fondos se utilizaron en las gestiones para el cierre de la participación del país ante el mecanismo Covax.