La sentencia establece una condena de 40 años de prisión por el asesinato de cada una de las cinco víctimas, acumulando así un total de 200 años para ambos acusados.
Las víctimas del crimen fueron identificadas como María del Tránsito Gallardo Ramos (30 años), Carlos de Jesús Ramos Soto (62 años), Alejandra Jasmín Gallardo Ramos (11 años), Julia del Tránsito Gallardo Ramos (9 años) y Carlos Ramos del Tránsito Gallardo Ramos (4 años).
El pequeño Carlos fue decapitado en la escena, mientras que las niñas fueron ultimadas mientras dormían y presentaban, al igual que las demás víctimas, heridas de arma cortante. La matanza ocurrió en la aldea Liquidámbar, área rural de Concepción Las Minas.
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Según la investigación, la saña con la que fue atacado el pequeño Carlos indicaría un posible conflicto con parientes del padre.
Desde el inicio de la investigación, el Ministerio Público (MP) había señalado de un posible conflicto familiar que podría haber desencadenado el crimen. Las evidencias demostraron que una disputa relacionada con asuntos de una herencia podría haber sido el motivo detrás de la matanza.
El contexto del caso reveló que tanto Carlos Ramos como María del Tránsito Gallardo habían tenido parejas anteriores con las que tuvieron hijos.
Las niñas Alejandra Jasmín Gallardo Ramos y Julia del Tránsito Gallardo Ramos eran hijas únicamente de María del Tránsito Gallardo, mientras que Carlos del Tránsito Ramos Gallardo, de 4 años, era hijo de ambos.
La primera captura en relación con este caso tuvo lugar el 15 de febrero, tres días después del crimen, con la detención de Juan Ángel Pérez García, uno de los ahora sentenciados.