La práctica de las relaciones públicas consiste en una combinación de arte y disciplina con el objetivo de generar armonía en el entorno de interés, por medio de la comprensión mutua basada en información verídica y completa. La disciplina de las relaciones públicas ha ganado un lugar importante dentro de la estructura organizacional destacando por su principal propósito: apoyar en todo momento la construcción de la reputación de la organización.

La gestión de relaciones públicas cuando se realiza de manera congruente y ordenada permite generar un impacto positivo dentro de las organizaciones que contemplan esta importante herramienta en su plan de comunicación.

En la actualidad, los términos que se contemplan dentro de la gestión de la comunicación han evolucionado, debido a la globalización de la información y accesibilidad que hoy en día nos permite contar con diversas herramientas; así como la necesidad de comunicar de manera rápida y eficaz y fortalecer cada vez más el relacionamiento estratégico con los diversos públicos de interés de cada organización.

En el área de las relaciones públicas es importante desarrollar una adecuada comunicación tanto oral y escrita como visual y no verbal. La comunicación es, por lo tanto, la principal herramienta para toda empresa, ya que está ligada de manera permanente a la reputación corporativa, el principal activo de valor de las organizaciones en la actualidad. Las empresas con una buena gestión en materia de relaciones públicas por lo general poseen un buen reconocimiento por parte de sus públicos de interés, tanto a nivel interno como externo.

La comunicación estratégica tiene un papel de mucha importancia en el contacto que las organizaciones manejan ante sus distintos públicos. Actualmente, la gestión de la comunicación ha experimentado una gran transformación gracias a la tecnología y accesibilidad. El contacto entre una organización y sus stakeholders es cada vez más cercano y recíproco, por lo que la clave de este nuevo escenario no son las herramientas, sino la predisposición positiva ante los cambios y el deseo de aprovechar estos nuevos medios.

La buena reputación corporativa, relacionado con el valor del mercado de las empresas, está cada día más vinculado por lo intangible, es decir, su imagen o su marca puede llegar a ser mucho más importante que algunos de sus elementos tangibles. La reputación se encuentra ligada a la percepción de los diferentes públicos de interés hacia el comportamiento corporativo de las empresas.

La gestión de las relaciones públicas abarca aspectos importantes como políticas corporativas, planes de acción y cultura organizacional, dentro de los que cabe resaltar: mejorar la imagen y reputación corporativa, fomentar y elevar el nivel de la comunicación, lograr una proyección social, establecer vínculos positivos con todos los sectores de la sociedad y generar una opinión favorable ante el público en general.

En el mundo actual, con una alta competencia comercial y empresarial, las relaciones públicas deben concentrarse en construir un óptimo posicionamiento, a través de las mejores estrategias de mercado y su manejo eficiente, ya que las empresas requieren de acciones de relaciones públicas para poder llegar de manera adecuada y eficiente a sus grupos de interés.