Según la Asociación Alemana para la Calidad del Mueble (DGM), las cunas deben tener ciertas características básicas de seguridad.
La superficie del colchón debe tener unas dimensiones mínimas de 70 x 140 centímetros, y la distancia entre el mismo y el borde superior de la cuna debe ser de al menos de 60 centímetros.
Asimismo, los barrotes deben tener una separación mínima de 4,5 y máxima de 6,5 centímetros para evitar que el bebé se atasque o pueda caer de la cuna.
Además, se recomienda que todas las esquinas y bordes sean redondeados para evitar lesiones, y que no haya partes salientes o ranuras donde puedan quedar enganchados cintas o cordones.
Otro consejo para un sueño seguro es procurar que el bebé no duerma en una habitación donde reinen altas temperaturas. Según la DGKJ, 20 grados es lo ideal en el invierno, y también aconseja no colocar la cuna cerca de radiadores u otras fuentes de calor.
Además, los expertos recomiendan no usar mantas, edredones, almohadas ni peluches en la cuna, ya que existe el riesgo de asfixia. El niño duerme seguro de espaldas y en un saco de dormir para bebés.