URBANISMO Y SOCIEDAD

Defendamos entre todos la organización del tránsito

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Cuando estuve en la municipalidad como director de planificación, tratamos de poner en marcha el Edom, para resolver el problema del Área Metropolitana, que se había quedado paralizado. Realizamos otros estudios como el Espacio Metropolitano de Guatemala, pero poco se ha hecho por el desarrollo de la ciudad, lo que ha minado el camino para la solución de los apuros que vive la sociedad en la capital guatemalteca, que en el futuro inmediato pueden agravarse mucho más por las complicaciones en el tránsito, que está provocando percances viales y cualquier otro inconveniente que solo termina desestabilizando la situación de la estructura vial que generan las largas colas de congestionamiento en las diferentes vías, no solo de la ciudad capital. Este fenómeno afecta no solo a los automovilistas, sino que también a los usuarios del transporte colectivo, que son personas de ingresos menores, pues aumenta sus tiempos de viaje y, quizás de mayor consideración, hace subir el valor de los pasajes.

' “En día hábil, en la capital circulan más de dos millones de automotores”.

Alfonso Yurrita Cuesta

A los graves problemas que como sistema presenta el servicio de transporte en el área metropolitana, se suma la visión que predomina por la falta de involucramiento de las otras municipalidades, que desde cuyos territorios presenta diariamente una alta frecuencia de viajes desde y fuera del municipio de Guatemala, lo cual creó la expansión metropolitana y el desbordamiento de la ciudad sobre los municipios aledaños.

Como consecuencia, se limita la fluidez del tránsito dentro de la estructura urbana. “En día hábil, en la capital circulan más de dos millones de automotores”, ya que es una alternativa más segura para trasladarse, recurriendo a vehículos particulares, motos y bicicletas. En los últimos años, el aumento de la demanda de transporte y del tránsito vial —que ocurre particularmente en las ciudades grandes— ha traído como consecuencia incrementos en la congestión, accidentes y problemas ambientales bastante mayores que los considerados aceptables por los ciudadanos. El aumento explosivo de esos fenómenos se debe a la facilidad creciente de acceso a automotores, fruto del aumento del poder adquisitivo.

El municipio de Guatemala ya no existe. Ahora lo que hay es una ciudad-región, en la que el gobierno municipal no tiene capacidad para dominar los problemas periféricos de quienes reciben la presión de la estructura regional, si no se toman en cuenta los problemas colaterales de la periferia y la avalancha de población que cada día va hacia dentro y hacia fuera. Se debe involucrar el estudio del desplazamiento geográfico interno de la población dentro de las fronteras en cada municipio. La influencia de la ciudad de Guatemala alcanza a todo el país; aquí es donde se concentra la mayoría de servicios y sedes del Gobierno Central y está generando grandes conflictos de tránsito, en un sistema vial original, sin desarrollar una planificación regional que defina el sistema.

Según E. Morataya, de la Empresa Municipal de Transporte, “hay indicios para conformar un ente metropolitano para la coordinación de los esfuerzos con otros municipios. Los sistemas de transporte contribuyen a la reducción de la pobreza, porque nos dan acceso a la educación, a la salud y está presente la necesidad de que la ciudad sea más eficiente en los tiempos de desplazamiento para aumentar la producción y, por ende, todo el país se beneficia.

Los arquitectos y urbanistas son los que pueden dar una respuesta adecuada.

ESCRITO POR:

Alfonso Yurrita Cuesta

Arquitecto con estudios de urbanismo en Land Reform Training Institute, Taiwán / Lincoln Institute of Land Policy, Inc., EE. UU. Director de la Unidad Planificación Urbana Municipalidad de Guatemala. Desarrolló el Plan Regulador de Antigua Guatemala.